El mercado del lujo no logró sortear el contagio de covid-19.
La pandemia redujo el valor de mercado del sector de lujo 23%, a la vez que provocó una transformación digital para mantener viva la experiencia de la personalización.
LA TECNOLOGÍA PERMITIRÁ QUE LAS MARCAS DE LUJO SIGAN SIENDO RELEVANTES.
Markel Lehman, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad Lasalle.
La crisis por el covid-19 impactó desde diversos frentes a las industrias en el mundo, y el mercado de artículos de lujo no logró sortear el contagio. El segmento enfrentó un doble desafío, ya que tuvo que transformarse para mantener cautivos a sus compradores habituales, muy acostumbrados a la experiencia que ofrecen las marcas, y atraer a otras generaciones.
Los síntomas de la enfermedad se hicieron visibles sobre todo en el mes de marzo, cuando se endurecieron las medidas de confinamiento en diversos países, entre ellos, México. Aunque después del segundo trimestre hubo una recuperación, el tamaño del mercado se redujo 23%, a 217,000 millones de euros, equivalentes a 258,594 millones de dólares, su mayor caída de la historia, según un análisis de Bain & Company. Con el golpe del covid-19 a cuestas, el sector de alta gama logró transformarse para subirse al tren del comercio digital y atraer a algunos turistas de compras que se quedaron varados en casa y esto duplicó la participación del comercio electrónico de 12 a 23% al cierre del año.
El desafío que enfrentan las marcas es trasladar al canal digital la experiencia de compra y acompañamiento del cliente, tal como ocurre en las tiendas físicas. Tal vez no puedan ofrecerle una copa de champaña mientras analiza algún artículo, pero tienen de aliado las innovaciones tecnológicas para marcar la diferencia frente a otros competidores y segmentos. Por ejemplo, las marcas de lujo han implementado chatbots para apoyar a quienes navegan por sus páginas o han hecho uso de la realidad virtual y la inteligencia artificial para personalizar las tiendas en línea. Así, permiten ver prendas de vestir y otro tipo de artículos desde diversos ángulos o hasta ‘probarse’ maquillaje. “La tecnología es la columna vertebral. Es importante que estas marcas se mantengan relevantes ante los consumidores y es con la tecnología en donde van a generar la preferencia de los usuarios”, explica Markel Lehman, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle. Los competidores de la industria del lujo tienen a favor que cuentan con una audiencia completamente identificada, lo que les permite conectar con sus clientes. Y, con esto, las tiendas en línea se ubicarán en el canal líder de compra para 2025, lo que dará un impulso a la transformación omnicanal, de acuerdo con las previsiones de Bain & Company.
Para este año, el sector repuntará con un crecimiento de entre 10 y 19%, aunque dependerá de las condiciones macroeconómicas de cada uno de los mercados y de la evolución de la pandemia. “La industria tiene la capacidad para superar la crisis. Confiamos en que podrá transformar sus operaciones y redefinir su propósito para satisfacer las nuevas demandas de los clientes y mantener su relevancia, especialmente para las generaciones más jóvenes”, dijo Claudia D’arpizio, socia de Bain & Company en el análisis.