AÑO ELECTORAL
Los comicios más grandes del país traen consigo un gasto social de igual tamaño y, en 2021, se reparten más de 343,710 mdp en pensiones, becas y otros apoyos económicos directos de parte del gobierno.
La actual administración incrementa el gasto social.
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Don Ángel Jiménez espera, bajo el sol, las instrucciones de un ‘Servidor de la Nación’ para recibir la vacuna contra el covid-19 en el municipio de Ecatepec, Estado de México. Entre sus papeles, además del folio de registro, lleva también su tarjeta de Bienestar, con la que cada bimestre recibe su pensión para adultos mayores. En marzo, el jubilado, de 83 años, recibirá 5,400 pesos, correspondientes a cuatro meses, para que –de acuerdo con el gobierno federal– no se empalme con el proceso electoral.
Los apoyos para personas de más de 65 años forman parte de un paquete de 34 programas de subsidios y transferencias, y ayudas sociales que Andrés Manuel López Obrador reparte –en su mayoría, de manera directa– a millones de beneficiarios en el país y que este año electoral alcanza los más de 343,710 millones de pesos. Esta cantidad representa 48 veces más que lo que transferirá el Instituto Nacional Electoral (INE) a los 10 partidos políticos que participan en la contienda.
Para 2021, el rubro de subsidios destinado para estos pagos se incrementó 22.6%, con respecto a lo aprobado en la última elección intermedia, que fue en 2015, mientras que el gasto social aumentó 38.8% en el mismo periodo.
En este gobierno, uno de los programas con más recursos es Jóvenes Construyendo el Futuro, que este año tiene presupuestado más de 20,000 millones de pesos por repartir. Además, el monto pasó de 3,600 pesos en 2020 a 4,300 este año. Y, al igual que las pensiones a adultos y las becas para estudiantes, los beneficiarios recibirán dinero adelantado con motivo de las campañas para más de 21 mil cargos de elección que se disputan el 6 de junio.
343,710.5 MDP
EN SUBSIDIOS DIRECTOS EN 2021
“Cada proceso electoral viene acompañado de un incremento en el gasto social, llamado Ciclo Político Presupuestal (CPP). Quiere decir que se aumenta el gasto público justo antes del periodo de elecciones, por ejemplo, adelantando gasto o aumentándolo en el presupuesto para que se genere un ambiente económico más favorable y entonces haya influencia en el voto”, explica Rodolfo de la Torre, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
APOYAR SIN CLARIDAD
El aumento del gasto social en época electoral no es exclusivo de la actual administración, pero, a diferencia de sexenios anteriores, López Obrador anunció, meses después de ganar la presidencia, que “los Servidores de la Nación”, un grupo de voluntarios que fueron promotores del voto a favor del morenista en 2018, irían “casa por casa” para levantar un censo con los posibles beneficiarios de los apoyos prometidos durante su campaña.
Los especialistas han alertado sobre deficiencias metodológicas en el llamado ‘Censo de Bienestar’ y que sea sobre ese padrón que esté fincada la política social actual. “Como es muy oscuro ese censo, no hay manera de establecer con qué criterios se realizó, hay un hoyo de falta de transparencia que abona a este posible uso político de los recursos”, comenta De la Torre. Para la coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, Mariana Campos, en el reparto de ayudas sociales hay indicadores que dan espacio a la discrecionalidad. “La entrega a través de Siervos de la Nación, que no están capacitados y son de corte político, la mala coordinación con
los gobiernos locales, y un censo mal elaborado, son indicadores de riesgo para un mal uso de los programas”, señala.
FALLAS DE LA POLÍTICA SOCIAL
En la antesala de los comicios del próximo 6 de junio, la entrega de los apoyos sociales generó controversia debido a los hallazgos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y la Auditoría Superior de la Federación (ASF), pues ambos organismos detectaron fallas en el diseño y en la aplicación de los programas.
El encargado de evaluar la política social reveló que los apoyos se han enfocado en las transferencias directas de dinero, más que en la prevención, mitigación y atención de los problemas que buscan resolver. Por su parte, el órgano auditor señaló que hay 6,907.9 mdp por aclarar de los recursos que se entregaron en el rubro de Desarrollo Social en 2019, principalmente, en los proyectos estrella del gobierno actual, en los que hubo pagos a beneficiarios fallecidos, gastos sin comprobar e, incluso, recursos entregados a empresas fantasma. Los partidos de oposición han criticado que se haga uso electoral de los programas y de la vacunación contra el covid-19, ya que los ‘Siervos’ igual recorren las calles, que hacen llamadas para ofrecer apoyos o dan instrucciones para recibir las dosis contra la enfermedad. “El pero es que los servidores llevan puesto el chaleco de Morena, la gente va a hacer la asociación, es imposible que no lo hiciera”, dice la politóloga de la Universidad Iberoamericana Ivonne Acuña, al hablar de la prenda que igual usan los Servidores de la Nación que candidatos o dirigentes partidistas. Por ello, insiste en que es importante que no los porten ni hagan mención del partido al ofrecer los programas.
En sitios de internet y redes sociales circula publicidad con leyendas como: “Con los gobiernos de Morena, jóvenes reciben becas para estudiar” o videos de supuestos ‘servidores’ ofreciendo programas sociales en los que aseguran que es lo mismo “Morena que el gobierno federal”. En otros casos, se promocionaba al
ESTA ADMINISTRACIÓN NO SE ESTÁ DISTANCIANDO DE PRÁCTICAS DEL PASADO EN EL CICLO POLÍTICO PRESUPUESTAL, ES LA MISMA LÓGICA POLÍTICA QUE ANTES.
Rodolfo de la Torre, director del CEEY.
presidente, por esto último, en diciembre, el Tribunal Electoral determinó que los Servidores de la Nación incurrieron en propaganda gubernamental, promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos, pero no se hizo responsable al presidente. Por ello, los expertos consideran que, ante las elecciones, no cambió en nada la forma en la que se han utilizado los programas sociales en los gobiernos pasados, pues la actual administración también incrementó el gasto social en la época electoral como se hacía antes. La entrega de las transferencias se relaciona con el gobierno en turno e, incluso, se repite el patrón de que algunos superdelegados –los encargados de los apoyos en los estados– se postularon como candidatos.
“Los programas sociales son un rubro muy popular a lo largo de los gobiernos y ha ido ganando mucha participación en el presupuesto”, afirma Campos, al señalar que no es sostenible presupuestalmente en el largo plazo, pese a que esos beneficios ya están en la Constitución.