IMÁN DE CAPITALES
Los bonos gubernamentales de México se presentan como una opción para los inversionistas internacionales por ofrecer un rendimiento superior y un riesgo menor frente a países similares.
Los bonos gubernamentales se encuentran entre las opciones más seguras que ofrece el mercado. Estos instrumentos tienen una estrecha relación con las tasas de referencia de los bancos centrales: entre mayor sea la tasa, mayor es el premio para los inversionistas.
La tasa de referencia no solo sirve para la deuda gubernamental, es una guía para otros instrumentos, como la deuda corporativa o los créditos hipotecarios y al consumo. Tras el azote a la economía mundial por la pandemia, los bancos centrales de varios países, incluido México, recortaron su tasa, como medida para reactivar la economía. Al bajarla, las tasas que se cobran por los créditos caen, es decir, el dinero es más barato, lo que incentiva el consumo y la inversión.
Los Cetes (Certificados de la Tesorería de la Federación), que son de corto plazo, tienen una relación más directa con la tasa de referencia, pero a medida que suben los plazos, otros factores entran en juego. “Un bono con un plazo mayor debe incorporar, además, una prima de riesgo”, dice Lucía Cárdenas, directora de Estudios Económicos de Citibanamex. La prima de riesgo se usa para medir la seguridad que los inversionistas tienen en las diferentes economías. Se puede observar a través de los credit default swap (CDS). Según datos de Bloomberg, los CDS a 10 años están en 166 puntos base, su nivel más bajo desde febrero de 2020, cuando alcanzó un mínimo desde
6%
ronda el rendimiento de los bonos gubernamentales a 10 años en México, mientras que el nivel de la inflación es de 3.54%.
finales de 2014. Entre menor sea el indicador, menor es el riesgo percibido.
El nivel de riesgo en México es bajo y el premio para los inversionistas es atractivo. Mathieu Racheter, analista de investigación de estrategias de mercados emergentes de Julius Baer, señala que dentro de los mercados emergentes, especialmente de Latinoamérica, los bonos soberanos de México resaltan por tener el mejor perfil de riesgo-beneficio. México no es el único país donde la tasa de referencia ha bajado. En otras economías, como la zona euro o Japón, incluso son negativas o cercanas a cero, pero los inversionistas acuden a estos instrumentos por ser considerados más seguros en momentos de volatilidad e incertidumbre en el mercado. A medida que la economía mundial retoma su ritmo, los inversionistas voltean a ver a países como México, donde las tasas son atractivas incluso si se trata de las reales, o sea, descontando la inflación. En el país, el nivel de la inflación es de 3.54%, mientras que el rendimiento de los bonos gubernamentales a 10 años es de alrededor de 6%, es decir, que aún otorgan un rendimiento. En Estados Unidos, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años es de alrededor de 1.47% y la inflación ronda el 1.4%. La confianza es frágil y hay factores que podrían hacer que México pierda su atractivo y que la prima de riesgo suba. Como algunas decisiones que pueda tomar el gobierno que vayan en detrimento del Estado de derecho, o qué tanto el país es capaz de promover el crecimiento, comenta Cárdenas. Si derivado del mayor riesgo las primas suben y, por tanto, las tasas que ofrecen los bonos aumentan, para el país significará que será más caro salir por financiamiento a los mercados internacionales.