CENSURAR LA CENSURA
Antes de proponer que se regulen las redes sociales es necesario discutir temas prioritarios, como la privacidad de datos y el acceso a internet.
SI LA RAZÓN DE BASE ES EVITAR EL MAL MANEJO DE LA INFORMACIÓN, TAMBIÉN HAY QUE REGULAR LOS MEDIOS.
Han sido muchos los intentos por garantizar la libertad de expresión, tanto a nivel internacional como nacional. Por eso, cuando aparecen políticos, organizaciones o individuos que abordan este tema siempre genera polémica. A raíz de la iniciativa del senador Ricardo Monreal para regular las redes sociales, se cuestionó la factibilidad de poner freno a la circulación de los contenidos en internet y la posibilidad de que el Estado mexicano regule el negocio de la información social digital. Además de la poca eficiencia que implicaría añadir más burocracia a un trabajo inmenso y complicado debido a la cantidad de usuarios de redes sociales en México (100 millones, según We Are Social Report), se deben analizar las razones por las cuales esta famosa iniciativa se desencadenó. El principal motivo de quienes proponen esta regulación es garantizar la libertad de expresión, lo cual se intenta hacer controlando a las empresas que manejan las redes sociales de más de un millón de suscriptores e imponiéndoles una multa si cancelan cuentas dentro de ciertas razones, que, en apariencia, resultan importantes, como la difusión de noticias falsas y mensajes de odio, la vulneración a la privacidad de datos o el trato y la responsabilidad hacia los menores.
Si la razón de base es garantizar la libertad de expresión y evitar el mal manejo de la información, hay que modificar no solo las regulaciones a las redes sociales, también a los medios informativos tradicionales que puedan llegar a violentar estas garantías. Porque no únicamente a través de los medios digitales se propagan datos sensibles. Si vemos los medios de comunicación en su totalidad, todos deberían estar regulados. Pensar en la globalidad nos da una perspectiva bastante amplia al pensar en términos de censura, control de la información, bloqueos y filtros. Si el objetivo detrás de esta ley es evitar que cierren las cuentas de políticos, influencers, bots o personajes específicos, la argumentación debe cambiar. Hay que hacer notar que cancelar una cuenta en una red social hace que seguidores de personajes influyentes migren a otra o que encuentren mecanismos alternativos para comunicarse. De ser así, lo que ahora sería regular las redes sociales más adelante daría pie a regular otros métodos de transmisión o control de dispositivos electrónicos específicos, entre ellos, móviles, transmisores o antenas.
En el pasado ya se intentó regular las redes sociales, pero fue un fracaso por la polémica que se generó alrededor.
Antes de lanzar una propuesta de ley es necesaria una discusión sobre temas prioritarios en la esfera digital, como la privacidad de datos en redes sociales y en todos aquellos sitios digitales en los que vamos dejando información personal. También es fundamental garantizar el acceso a internet y buscar una apropiada alfabetización digital, que eduque a los mexicanos sobre qué se puede difundir en las redes sociales, cuándo y cómo verificar la información, cómo detectar a un bot, cómo hacer transacciones seguras y más.