EL ‘ARTE’ DE INVERTIR EN REMATES
A través de esta figura, las instituciones financieras tratan de monetizar los activos que sus clientes ya no pueden pagar.
En el mundo de las inversiones hay opciones para poner a trabajar tu dinero. Una de ellas son los remates bancarios, en los cuales las instituciones que otorgan créditos con algún inmueble en garantía quieren obtener liquidez, en caso de que el acreditado ya no pueda saldar la deuda. “Un remate es cuando un banco (o empresa) da un crédito hipotecario y el acreditado no pagó, pero el banco demandó por la garantía, que, en este caso, es el inmueble”, explica Samuel Montañez, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP).
Es una alternativa para inversionistas especializados, “de medianos hacia arriba, con expertise en resolver los pendientes inmobiliarios”, puntualiza Javier Dorantes, socio director de su empresa Moratus. Hay dos tipos de subastas: ‘a martillo’ y ‘a sobre cerrado’. En este último se desconoce si hay más interesados y solo se puede hacer una oferta, lo que en cierta forma garantiza transparencia, igualdad de oportunidad y confianza para los participantes. Pero antes de entrar en una subasta es necesario conocer otros puntos relevantes.