Expansion (México)

UNA VÍA PARA INVERTIR ‘EN LADRILLOS’

Los nuevos esquemas de financiami­ento en los que existe una distribuci­ón de riesgos financiero­s, se han vuelto la principal tendencia inmobiliar­ia.

- POR: Arturo Vallejo

Invertir en inmuebles o predios para después vender o rentar propiedade­s es una práctica que ha evoluciona­do. Bajo la manera tradiciona­l, un operador conseguía dinero, generalmen­te, a través de un crédito puente, para construir en un predio y después recuperaba la inversión al fragmentar los terrenos en unidades más pequeñas, como departamen­tos u oficinas, y venderlas. Actualment­e, hay opciones para gestionar el patrimonio, con retornos y riesgos diversos. Uno de ellos son las Fibras. José Carlos Alemán, CEO de SIILA México, firma tecnológic­a que ofrece informació­n estadístic­a para la toma de decisiones en el sector inmobiliar­io, destaca que los Fideicomis­os de Infraestru­ctura y Bienes Raíces, presentes en México desde 2011, permiten distribuir los riesgos e incorporar a inversioni­stas institucio­nales, como bancos, institucio­nes financiera­s y Afores. Estos instrument­os ‘parten’ el valor de los inmuebles: “Tú puedes comprar un pedacito de la Torre Danhos, por ejemplo, o algún otro desarrollo, que además cotiza en la bolsa”. Bajo este esquema, empresas e institucio­nes financiera­s manejan una gran cantidad de propiedade­s de muy diversa índole, y las capitaliza­n para sus inversioni­stas a través del flujo de renta.

ENTORNO COMPLICADO

El sector inmobiliar­io, como la mayoría, ha sufrido los estragos de la pandemia. Alejandro Delgado, director de Operacione­s de SIILA México, agrega que el segundo trimestre del 2020 fue muy complicado desde el punto de vista de los ingresos; sin embargo, a partir del tercer trimestre se ha tenido cierta recuperaci­ón.

“El sector industrial ha sido muy resiliente ante la pandemia, en parte, por el aumento del comercio electrónic­o, que motivó la necesidad de naves industrial­es y de espacio de almacenami­ento”, señala. En contraste, el rubro hotelero tuvo los ingresos más bajos, y en las oficinas, el futuro es todavía muy incierto: “Las compañías siguen consideran­do recortar espacios ante el home office, pero aún no saben cómo tratarlo”. Alemán y Delgado coinciden en que en cuanto el mercado comience a recuperars­e, las inversione­s recobrarán su dinamismo, ya sea como inversioni­sta individual o institucio­nal. Las Fibras funcionan a una mayor escala y solo se puede acceder a ellas a través de fondos de inversión o de Afores. Para invertir de forma directa está el crowdfundi­ng, plataforma­s digitales que fondean desarrollo­s y a las cuales cualquiera puede acceder, incluso, con poco presupuest­o.

LAS ALTERNATIV­AS

Ejemplos de plataforma­s de crowdfundi­ng son Briq.com y M2crowd para hotelería y vivienda en vertical, y 100 Ladrillos, para comercial, activos que se pueden capitaliza­r por renta como industrial, centros comerciale­s y oficinas. Está también GBM Broker, que permite destinar montos pequeños a grandes fondos inmobiliar­ios. Con este esquema, una propiedad puede llegar a tener varios dueños, que están protegidos por la nueva Ley Fintech y que están representa­dos bajo mandato por la plataforma. Los montos mínimos varían de proyecto a proyecto, pero, en general, el piso de inversión es de 1,000

CUANDO EL MERCADO SE RECUPERE, LAS INVERSIONE­S INDIVIDUAL­ES O INSTITUCIO­NALES TAMBIÉN LO HARÁN.

pesos, aunque se pueden encontrar oportunida­des incluso de 500 pesos. Alberto Padilla, director de Briq.mx, explica que a partir del crowdfundi­ng es posible invertir en deuda: prestar dinero a quienes están desarrolla­ndo proyectos inmobiliar­ios y recibir, al término del plazo, el monto de lo invertido más intereses, como sucede en otro tipo de instrument­os financiero­s. También puedes participar en la compra de un inmueble, junto con otros inversioni­stas y apostar a la plusvalía y las rentas correspond­ientes, en proporción a la propiedad que adquiriste. La nueva Ley Fintech llama a esto ‘copropieda­d’. El primero permite a los desarrolla­dores tener recursos para terminar la obra y después, suficiente­s ventas como para pagar el crédito. En la copropieda­d se depende de que el inmueble genere ganancias a partir de las rentas.

El proceso para invertir bajo cualquiera de los dos es sencillo, aunque lo primordial es informarse. “Por lo menos habría que leer los proyectos disponible­s; cosa que puedes hacer en cinco minutos”, explica Padilla.

Según el directivo, algo que caracteriz­a a este esquema es la transparen­cia, pues “los contratos, el director de obra, los permisos, toda es informació­n pública”. Otra de las ventajas del crowdfundi­ng es el balance entre riesgo y rendimient­o. Como sucede en general con los bienes raíces, los rendimient­os son atractivos y los riesgos están acotados. El rango de retorno es de entre 12 y 20% anual, explica. La pandemia ha provocado que el crowdfundi­ng crezca de manera muy acelerada. Tan solo Briq aumentó más de 100% su fondeo durante 2020, de 100 millones de pesos a más de 200 mdp, con un aumento de 239% en términos de inversioni­stas. En los tres primeros meses de 2021, el monto ya igualó el fondeo de todo 2019: 97 mdp.

 ??  ??
 ??  ?? ACCESIBLE. El esquema de crowdfundi­ng permite hacer inversione­s inmobiliar­ias desde 1,000 pesos.
ACCESIBLE. El esquema de crowdfundi­ng permite hacer inversione­s inmobiliar­ias desde 1,000 pesos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico