EL REGRESO DE EMIRATES
Tras reiniciar operaciones en el país, la aerolínea asiática quiere aprovechar la demanda de vuelos hacia Europa y Asia.
HOY [LOS MEXICANOS] VIAJAN MUCHO A BARCELONA, PERO TAMBIÉN A OTROS DESTINOS A TRAVÉS DE DUBÁI, COMO ESTAMBUL Y EL CAIRO. Scott Lantz, director regional de Emirates para México, el Caribe y Latinoamérica.
Habían pasado poco más de cuatro meses de la llegada de Emirates a México, cuando la pandemia de covid-19 obligó a la aerolínea a suspender operaciones. A un año y medio de distancia, reinicia sus vuelos para continuar con su estrategia con la que prevé operar hasta un vuelo diario en su ruta Dubái-barcelona-ciudad de México, de la mano de nuevas alianzas. “Queríamos regresar a México lo antes posible. No teníamos muchas operaciones en América Latina y la oportunidad de regresar a México fue algo clave para nosotros”, explica Scott Lantz, director regional de Emirates para México, el Caribe y Latinoamérica. “Decidimos reiniciar los vuelos en julio, con cuatro frecuencias por semana, y recientemente aumentamos a cinco frecuencias semanales”. El directivo considera que hacia Navidad podría darse un aumento de frecuencias con México, sin que haya fechas concretas. Para 2022, la estrategia de la aerolínea radica en recuperar los vuelos diarios con los que inició en el país, sin que haya planes de volar a otras ciudades mexicanas. Aunque tanto el mercado doméstico como el internacional han recuperado pasajeros aceleradamente (ambos estaban a 87% de los niveles precovid-19 en julio, según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil, la región asiática ha sido la más afectada. Emirates y la compañía japonesa All Nippon Airways son las únicas aerolíneas asiáticas que operan en México, que en años recientes ha tenido la salida de otras empresas como China Southern Airlines y Hainan Airlines.
Hasta julio, Asia mantenía la mayor caída en el segmento internacional, con una baja de 94.2% en los ingresos por asiento-kilómetro disponible respecto a 2019, de acuerdo con datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (en inglés, IATA).
Sin embargo, Emirates ve en México un gran potencial de demanda debido a la apertura del país y el posicionamiento de los destinos de sol y playa, mientras que desde México también comienza a observar un repunte de viajes internacionales. “Siempre evaluamos la demanda en ambas direcciones, y los mexicanos quieren salir del país. Los touroperadores quieren reiniciar los viajes y hoy viajan mucho a Barcelona, pero también a otros destinos a través de Dubái, como Estambul y El Cairo”, asegura Lantz.
La aerolínea pretende aprovechar el convenio que firmó a inicios de agosto con Aeromar para conectar a los pasajeros de Emirates con 10 destinos dentro de México y dos de Estados Unidos, entre los que se encuentran ciudades como Acapulco y Puerto Escondido. Lantz reconoce que si bien este acuerdo conectará con 12 ciudades, se ve limitado por la red de Aeromar y el convenio firmado previamente con Interjet, que preveía conectar con 55 destinos en 10 países del continente.
Por lo pronto, la estrategia de Emirates en Latinoamérica se enfocará en sus vuelos a Ciudad de México y São Paulo, además de una ruta que recién inauguró hacia Miami. “Antes volábamos a Río de Janeiro, Buenos Aires y Santiago. Emirates todavía no ha anunciado su regreso a ninguno de esos tres destinos, no hay fechas definidas, pero a largo plazo queremos recuperar la red entera que teníamos antes de la pandemia”, dice Lantz. “Ahora mismo estamos operando 90% de la red que teníamos. Seguimos luchando por recuperar todos los destinos y eso dependerá de las restricciones que cada país tiene”.