69 MDD FUE EL PRECIO DEL NFT DE UNA OBRA DE ARTE.
Aquí te lo resumimos.
Cuando los franceses Nicolas Julia y Adrien Montfort decidieron fundar Sorare en 2018, nadie hablaba de los NFT. Pero ellos descubrieron y se fascinaron por la tecnología de los token no fungibles, y decidieron aplicarla a la idea que tenían para su emprendimiento: un juego de ‘futbol fantasy’ donde las personas actúan como si fueran los dueños de un club, comprando jugadores y armando un equipo que luego puntúa según el rendimiento de los deportistas en la vida real. “Como dos grandes aficionados al futbol, queríamos construir algo que pudiéramos utilizar a diario y que nos ayudara a conectar con el deporte de una forma divertida. Así decidimos crear tarjetas digitales escasas mezcladas con una de las propiedades intelectuales más codiciadas del mundo: los jugadores de futbol”, relata Nicolas Julia, CEO de Sorare.
Simplificando, Sorare emplea los NFT que son activos digitales únicos y no falsificables porque se basan en la tecnología del blockchain– para que los jugadores adquieran ‘estampas digitales’ de los futbolistas, que pueden integrar a sus equipos o revender en el mercado virtual. Todas las operaciones se pagan con la criptomoneda Ether.
NFT, Ether, blockchain, criptomonedas… Todo suena muy complicado (y lo es), pero es más sencillo hablar de resultados: Sorare vendió el único cromo que existió de Cristiano Ronaldo en la temporada 2020-2021 por casi 290,000 dólares, tiene alianzas con clubes como Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich o Manchester United, y su valor se calcula en cerca de 4,000 millones de dólares. Es una de las start-ups francesas de mayor crecimiento global.
Y ha mostrado el camino de lo que puede lograrse con los NFT. Aunque el mundo descubrió estos activos digitales a través del arte –en marzo de 2021, la obra Everyday: The First 500 Days, del artista Beeple, se subastó por 69 millones de dólares–, la tecnología está encontrando otros usos interactivos. Una colección de imágenes de monos que se ofrecen vía NFT y sirven como tickets para un club social online acaba de sobrepasar más de 1,000 millones de dólares en ventas. Y ahora, las industrias que más están aprovechando su potencial
económico son los videojuegos y los deportes. ¿Es una moda o un nuevo negocio?
QUÉ SON Y PARA QUÉ SIRVEN
Los token no fungibles son certificados de propiedad basados en la tecnología blockchain. Es decir, son activos digitales únicos, no se pueden remplazar y su autenticidad y propietario son fácilmente comprobables. Por ejemplo, en junio de 2021, Jack Dorsey, el fundador de Twitter, introdujo el primer tuit de la historia, escrito por él, en la cadena de bloques de ethereum y lo subastó por 6 millones de dólares. Si bien el archivo se puede copiar, al igual que una obra de cualquier museo, solo hay una persona con el tuit original. Por sus características, los NFT se han empleado para comercializar gifs, memes y otros elementos digitales, pero sobre todo, obras de arte ‘virtuales’. Su utilidad, hasta el momento, es el coleccionismo y la especulación.
No obstante, su boom abrió las posibilidades a otros sectores que rápidamente generaron nuevos modelos para aprovechar esta tecnología, destaca Clara Bullrich, cofundadora del fondo de inversión The Venture City. La industria de los videojuegos es una de las que más ha entrado a la tendencia: los NFT permiten desde cambios estéticos para el avatar del usuario hasta esquemas económicos conocidos como play-to-earn, que consisten en jugar títulos asociados a una cadena de blockchain para generar elementos únicos, como personajes o armas, y luego venderlos. “En el contexto de los juegos, los usuarios utilizan sus activos NFT a través de internet, pero también comercian con ellos en los diferentes mercados que hay en la web. Esto hace que los activos del juego sean reales en términos de propiedad”, explica Nicolas Julia. Los videojuegos han intentado aprovechar el entusiasmo por los NFT para generar ‘microeconomías’ dentro de algunos títulos, añade José Luis González, criptocatalyst de Bitso. El ejemplo más relevante en la actualidad es Axie
LAS EMPRESAS DE VIDEOJUEGOS ESTÁN APOSTANDO POR ESTOS ACTIVOS, AUNQUE HAY DUDAS SOBRE SU UTILIDAD.
Infinity, que se lanzó en 2018 y donde los jugadores compran monstruos únicos (que son NFT), los entrenan, mejoran sus habilidades y los venden a otros usuarios. La popularidad del título creció hasta el punto de tener dos millones de usuarios activos al día, y comprar una criatura cuesta hasta 1,500 dólares, por lo que es necesario pedir préstamos a jugadores con experiencia. Entre julio y agosto de 2021, según los últimos datos disponibles, esta plataforma generó más de 420 millones de dólares en ingresos.
Este modelo en los videojuegos está creciendo, pero provoca dos grandes críticas: la primera es que se basa en mera especulación, al poner en el mercado objetos escasos que la gente compra y revende; y la segunda, es que los NFT no permiten hacer nada nuevo dentro del sector del gaming, pues lo mismo que permiten se puede conseguir con herramientas más tradicionales.
Phil Spencer, el jefe de Xbox, la consola de Microsoft, admitió recientemente en una entrevista con el medio Axios que alrededor de los NFT “hay mucha especulación”. “Creo que estamos en ese grupo de personas que los están descubriendo. Cualquier cosa que miremos en nuestra tienda y pensemos que es especulación, sería algo sobre lo que tomaríamos medidas. No queremos ese tipo de contenido en Xbox”, puntualizó.
La cautela de estos actores se debe a que todavía es un modelo en construcción, lo cual significa que por el momento no está regulado y por ello genera incertidumbre, opina Bullrich. La industria tampoco sabe aún cómo aprovecharlos al máximo. “A corto plazo, creo que va a ser un meme. (...) A medida que lo desarrollemos, será parte de una conversación continua, eso es seguro. Será parte del entramado de la industria a largo plazo”, afirmó Frank Gibeau, CEO de la firma de juegos sociales online Zynga, a Bloomberg.
Entre los gigantes del sector que han dado estos primeros pasos, destaca Ubisoft. El grupo francés acaba de anunciar Quartz, “una nueva manera de experimentar los objetos cosméticos”, según dijo. El sistema consistirá en unos NFT con los cuales los usuarios podrán comprar, por ejemplo, un objeto limitado en uno de sus videojuegos –como un pantalón
en Assassin’s Creed– y llevarlo a otro de sus juegos para que otro personaje los use.
La iniciativa causó una reacción negativa casi unánime entre el público y la industria, pues los NFTS de Ubisoft solo permiten intercambiarse entre productos controlados por la misma empresa y no dejan a los usuarios sacar beneficio de ellos. Las primeras cifras muestran que apenas ha habido compras de estos activos. Además, para comercializar estos artículos digitales en los juegos no son necesarios los NFT ni la blockchain, pues la empresa lo podría hacer a partir de una simple base de datos.
COLECCIONANDO JUGADAS
En septiembre de 2020, en medio de la pandemia y con los ojos enfocados horas y horas en su smartphone, Michael Levy, un analista financiero de 31 años, vio una publicación sobre NBA Top Shot. Era una iniciativa de la liga de baloncesto con ‘tarjetas’ digitales que muestran jugadas relevantes de la historia y que se podían comprar con bitcoin, ethereum o agregando fondos a una cuenta de Dapper Labs, la empresa creadora de la plataforma.
El proyecto no tenía muchos reflectores. Solo había cautivado a entusiastas por el deporte y por la blockchain, pero Levy creía que ese mercado podría crecer y decidió gastar 175,000 dólares en esas tarjetas. Seis meses después de iniciar, su colección ya valía 20 millones de dólares, gracias al furor que 2021 trajo por los NFT, de acuerdo con datos de Dapper Labs.
Los NFT (Non-fungible Token, por sus siglas en inglés) son activos digitales únicos con derechos de propiedad verificados y almacenados en la cadena de bloques. Es decir, se pueden vender, solo existe un original (aunque se pueden hacer copias) y los dueños son rastreables. Cualquier bien digital de tu autoría puede convertirse en un NFT y para ello se requiere de una wallet de criptodivisas, como Metamask, Coinbase Wallet y Dapper. También es necesario abrir una cuenta en un mercado de arte digital.
Existen opciones como Opensea, Superrare y Foundation. Debes tener en cuenta que se necesita invertir una suma para cargarlo a la plataforma de tu preferencia. Además, en este sitio es posible especificar detalles, como cuántas copias se pueden hacer y sus propiedades. En el proceso de venta, se elige el precio o si se va a subastar.
Durante 2020, el mercado de los NFT registró ventas por 56 millones de dólares, una cifra que se vio fácilmente superada en 2021, pues los últimos datos del tercer trimestre del año se elevaron a 10,700 millones de dólares, lo cual representó un crecimiento superior al 38,000%, según el proveedor de información Dappradar.
El arte es un representante importante para los NFT: en 2021, la casa de subastas Christie’s vendió casi 150 millones de dólares de estos activos.
Opensea es el líder en ventas en el mercado de NFT, pues desde que se inauguró en 2017 y hasta el 11 de noviembre de 2021, había registrado un volumen de 10,390 millones de dólares, según datos de Statista.
Detrás está Axie Marketplace, del videojuego Axie Infinity, que desde su apertura en 2018 y hasta noviembre de 2021 ha registrado ventas por 3,140 millones de dólares. Este videojuego, que basa su funcionamiento en NFT, se ha convertido en uno de los principales de la industria.