TODO INICIA CON DOS LETRAS
Para Louis Vuitton, el viaje del lujo casual se torna en una experiencia orfebre con un efecto de alto voltaje.
En este mes de febrero, pensemos que el ‘arte de viajar’ se transforma en el ‘arte de sorprender’. ¡Sí! Demos un giro a lo tradicional en ese regalo especial y optemos por hacer eco a la invitación que la maison Louis Vuitton nos hace al revelar la colección de joyas bautizada como LV Volt.
A mediados del siglo XIX, Louis Vuitton sentó las bases de cómo entender el lujo desde una perspectiva práctica sin olvidar la más alta calidad artesanal en el producto, aplicando esta filosofía en baúles, maletas, bolsas y accesorios que recorrieron el mundo con una garantía de exclusividad e innovación adecuada a las necesidades de su demandante clientela, una cualidad que continúa asombrando en nuestros días.
En la colección LV Volt, Francesca Amfitheatrof, directora artística de joyería y relojes de la casa, se apropia de las icónicas iniciales para imaginarlas en un universo de piezas que resguardan el ADN de artesanía, diseño y elegancia desde una postura de desenfado, pensando en esa clase de joyas que podemos usar de la noche a la mañana sin perder un ápice de estilo. De esto, se detona la osadía con la que el brazalete LV Volt Upside Down Play une, a través de un cordón de tonalidades intercambiables, las dos iniciales esculpidas en oro; o bien, el perfecto juego de layering con el que se ajustan los anillos de oro rosa, oro blanco con pavé de diamantes y oro amarillo dependiendo del gusto de cada persona que los porte. Si a esto sumamos una categoría de pendientes –o un ear stud para los más osados–, el efecto sorpresa será una tarea difícil de elegir.