De tragos y espumosos
Cocteles que hacen brillar la barra con un toque de burbujas.
“La clave para conseguir un coctel perfecto con vino espumoso es agregar limón y jarabe”, nos cuenta Braulio Hernández, mixólogo de
Yellowbird, el cocktail bar de moda en la
Ciudad de México. Estos dos elementos, afirma
Braulio, son el puente entre las burbujas y cualquier destilado de tu elección.
LOS FRANKENSTEINS
A esta categoría responden recetas en las que el espumoso fue un elemento añadido sin querer. Tal es el caso del Negroni Sbagliato, un trago que Mirko Stocchetto creó en 1972, al suplir por error el gin de un
Negroni clásico por vino espumoso.
Otro es el Pomada, un coctel clásico de Menorca con ginebra, limón amarillo y jarabe que recibe un twist royal con un toque de champaña.
LOS CLÁSICOS
Los cocteles con espumoso no son cosa nueva, más bien son clásicos que no han perdido vigencia. ¿Ejemplos? El Classic Champagne
Cocktail, una mezcla de azúcar, bitters, cognac, champaña y cáscara de naranja del que se tiene registro en el libro Panama in 1855.
Otro es el Spritz, un trago que renovó bríos en la última década, originario de Italia, a inicios de 1800. Se trata de una mezcla de agua gasificada y vino creada por los soldados del
Imperio Habsburgo.
LOS INVENTIVOS
Algunas creaciones nuevas, como el Blue
Demon Soda, de Braulio
Hernández, le dan un giro divertido a los cocteles con espumosos. Lleva vodka, jarabe, jugo de limón, curaçao, espumoso brut y Oleo
Saccharum de cítricos.
LA MIXOLOGÍA SE APOYA EN LOS VINOS
ESPUMOSOS PARA AGREGAR UN TOQUE
BURBUJEANTE A SUS COCTELES.