DÓNDE COMER Y BEBER
Si sólo tienes tiempo para una comida en Lisboa, hazlo en Prado.
Esta antigua fábrica de galletas, cuya decoración recuerda a un invernadero, fue creado por António Galapito, pupilo de Nuno Mendes, quien sirve versiones simples y elevadas de su cocina de origen. Imagina caballa cruda con toques de cáscara de mandarina o calamar en su tinta cubierto con sauves capas de lardo, de la mano de una carta de vinos dominada por variedades orgánicas o biodinámicas. (pradorestaurante.com)
El gin artesanal está tan de moda en Lisboa como en otras capitales del mundo, pero, ¿dónde más podrías tomar más de 80 diferentes en un palacio real del siglo xix? Gin Lovers ha mantenido algo de la espectacular pátina del antiguo palacio como el telón de fondo de este bar y restaurante. También producen su propia ginebra en colaboración con una destilería local: el lindo y floral Lisboa Gin. (ginlovers.pt)
Cuando visites casas de Oporto en la ciudad que lleva el mismo nombre, comienza en la ribera en
Ramos Pinto, donde el hogar de Adriano, el antiguo dueño, ha sido preservado con ciudado y ahora es un alegre museo. Vale la pena tomar el tour oficial antes de hacer la cata.
Taylor’s es la más histórica y tradicionalmente británica de las casas y sólo conocer su bodega hace que valga la pena la visita. La moderna y austera sala de cara de Cockburn’s es bastante cool (y además puedes comprar ahí mismo todos los vinos de la casa Symington Family Estates, incluyendo Graham’s, Warre’s y Dow’s). Es un gran lugar para probar un Oporto blanco tonic.
Si llegas al puerto de Cherburgo en un día de mercado, visita el mercadillo en la plaza central para probar la versión local de arroz con leche, el teurgoule. Lo venden en pequeños tarritos y lo cocinan a fuego lento, por lo que el sabor es concentrado y la textura caramelizada.
Puedes detenerte en cualquier cervecería en Brujas, pero si quieres conocer un lugar que muestra la cara más innovadora de la ciudad ve a De Republiek: un espacio de arte, un cine, un bar y un restaurante. El lunch del día puede ser una versión elevada y deliciosa de cachete de cerdo en salsa de mostaza, puré de apio nabo y zanahorias asadas con trigo sarraceno y comino tostados. (republiekbrugge.be)