Pug Seal Oaxaca
UN REFUGIO ARTÍSTICO CON UBICACIÓN ENVIDIABLE PARA DISFRUTAR UNA DE LAS CIUDADES CON MÁS RIQUEZA GASTRONÓMICA
DE NUESTRO PAÍS.
PARA GOZAR DE LA CIUDAD de Oaxaca, la ubicación del hospedaje es clave. Aquí, como en la vida, hay que procurar un punto medio: cerca del centro, pero no en medio del barullo, Pug Seal es la respuesta a esa locación. Está a un par de cuadras de la Plaza de Santo Domingo y la zona de restaurantes, pero mantiene una distancia aceptable de la locura.
Construido en una casona de mediados del siglo XIX, este hotel tiene un lobby que se ha convertido en el anfitrión perfecto para distintos happenings. La más reciente fue una exposición de Esteban Fuentes de María en colaboración con Uriarte Talavera, titulada La metamorfosis del barro. La vibra artística del hotel se replica a lo largo y ancho de sus paredes gracias a los murales de Rafael Uriegas, que narran la historia mixteca y zapoteca, y al mobiliario vanguardista —creado por el despacho oaxaqueño Arquitectos Artesanos— con el que visten sus 20 habitaciones.
Por la mañana vale la pena aprovechar sus desayunos de cocina tradicional oaxaqueña y luego rematar con un cafecito y un pan dulce de alguna de las cafeterías vecinas (hola, Boulenc). Y si vas en plan de bleasure (business + pleasure) no te preocupes, porque cualquier rincón del hotel es divino para sentarse a trabajar y el wifi no será un problema. Por la noche toca apreciar la iluminación del hotel, porque es un verdadero espectáculo.
Para llevar un pedacito de este hotel a casa, date una vuelta por la tienda-galería interior, donde exhiben las piezas de los artistas que intervinieron en el diseño de la propiedad.