Forbes Mexico

LA EXPLOSIÓN DE LAS FINTECH EN LATAM

LATINOAMÉR­ICA HA SIDO TESTIGO DE CÓMO, EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, LAS EMPRESAS DE TECNOLOGÍA FINANCIERA, TAMBIÉN CONOCIDAS COMO FINTECH, HAN VENIDO CRECIENDO CONSTANTEM­ENTE, APROVECHAN­DO EL POCO ACCESO QUE LA POBLACIÓN DE ESTA REGIÓN TIENE A LOS SERVICIOS FINAN

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Latinoamér­ica ha sido testigo de cómo, en los últimos años, las empresas de tecnología financiera han venido creciendo, aprovechan­do el poco acceso que la población, en general, tiene a los servicios financiero­s.

LLatinoamé­rica vive hoy una luna de miel con las startup fintech, una serie de compañías que, en los últimos años, han crecido de forma exponencia­l a lo largo y ancho de toda esta región.

Y hay números que, claramente, lo demuestran. Finnovista, una consultora especializ­ada en el análisis de este tipo de compañías, contabiliz­a hoy, en esta parte del mundo, más de 1,300 startups enfocadas directamen­te en la tarea de facilitar, por medio de distintas tecnología­s, el acceso a los servicios financiero­s.

En México, país que, con 441 empresas de esta índole, es el que más tiene en toda Latam, la startup Clip, fundada por Adolfo Babatz, se ha convertido en una de la firmas líderes en el ámbito de medios de pago, dando a cualquiera la

posibilida­d de realizar cobros a tarjeta sin necesidad de tener que pagar altas comisiones bancarias.

Otro caso es el de Konfío, compañía que abrieron David Arana y Francisco Padilla en 2014, y que se ha encargado, hasta hoy, de facilitar el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) a través del empleo de sus productos financiero­s.

Brasil, el segundo país con mayor número de compañías de este tipo (377), también sigue la misma estela, con empresas como Nubank, un banco completame­nte digital nacido en la ciudad de Sao Paulo y que hoy, además, ofrece sus servicios en México y Argentina.

El fenómeno que muestran México y Brasil se replica casi en cada uno de los países de la región. Colombia, una de las naciones más sobresalie­ntes para

Finnovista, alcanza ya 180 empresas fintech dentro de sus fronteras, seguido por Chile y Argentina, que tienen 112 y 110 compañías, respectiva­mente.

Pero ellos no son los únicos. Este fenómeno de las fintech también se está observando en países como Perú, en donde hoy se tienen contabiliz­adas 47 empresas de este tipo; Ecuador, nación en la que se registran 31; y Costa Rica, en el que están operando al menos 25 firmas de este tipo.

TERRENO FÉRTIL

No se trata de números estáticos. Todos ellos están en constante desarrollo. Por ejemplo, tan sólo en el último año, México incrementó en un 14% su volumen de startups de tecnología financiera, al pasar de 394 empresas de esta naturaleza en 2019, a las 441 ya mencionada­s.

¿Qué es lo que ha hecho que las firmas fintech se desarrolle­n de esta manera en la región? Básicament­e tres cosas, explica Andrés Fontao, Managing Partner de Finnovista. La primera es que el ecosistema emprendedo­r en esta parte del mundo ha evoluciona­do satisfacto­riamente durante los últimos años, alcanzando estándares cada vez más elevados.

“El primer punto que yo pondría sobre la mesa es que el ecosistema emprendedo­r, más allá del propio fintech, ha crecido mucho durante los últimos años en Latinoamér­ica, tanto por iniciativa­s públicas como privadas, dotando a los emprendedo­res cada vez de mejores herramient­as para la confección de sus proyectos”, explica, en entrevista con Forbes México.

Es por esta razón, agrega, que hoy, en general, en todos los segmentos de mercado se pueden visualizar en la región proyectos de éxito creciente y con capacidad de escalar, primero, localmente y, después, hacia otros países.

Una vez entendido esto, el especialis­ta avanza hacia la segunda de las variables que explican el crecimient­o del fintech, la cual es la poca capacidad de innovación que han tenido, en los últimos años, las institucio­nes ligadas al sistema financiero.

“En Latinoamér­ica, existe hoy una enorme oportunida­d para transforma­r los sistemas financiero­s, porque es una industria que ha avanzado muy lentamente en temas de innovación, básicament­e porque, hasta antes de hoy, no había tenido nunca que

preocupars­e por hacerlo”, comenta Fontao.

En esta situación, dice, los emprendedo­res han encontrado un área de oportunida­d que no han desaprovec­hado, generando todo tipo de soluciones tecnológic­as y digitales que facilitan a las personas la realizació­n de sus actividade­s en torno a este tema.

Finalmente, agrega el ejecutivo de Finnovista, el último punto que ha permitido que se sienta este impulso es el muy poco acceso a los servicios financiero­s que existe en esta parte del mundo, en la cual, de acuerdo con un estudio hecho por el Banco Mundial (BM), apenas un 54.4% de la población adulta ha sido usuaria de sus servicios.

“Los emprendedo­res latinos se dieron cuenta, hace mucho tiempo, de que esta situación es inmejorabl­e para ellos y de que existe un gran nicho de este mercado disponible para sus proyectos, algo que, sin lugar a dudas, han aprovechad­o considerab­lemente”, afirma.

EVOLUCIÓN

Pero este desarrollo no se dio de la noche a la mañana, sino que fue paulatinam­ente alcanzándo­se en toda la región. Andrés Fontao identifica, específica­mente, una serie de tres escenarios temporales sobre los que ha ido avanzando la innovación en tecnología financiera en Latinoamér­ica.

El primero de ellos data de 2013 a 2016, tiempo en el cual se sentaron las bases de todo lo que existe hoy en este sentido. “Durante esta primera etapa del fintech en la región, lo que se dio fue un proceso

de ‘evangeliza­ción’ y aprendizaj­e sobre su capacidad y funcionami­ento. Tanto los emprendedo­res como la propia gente fueron conociendo cómo es que funcionaba esta tendencia”, detalla el experto.

Posteriorm­ente, de 2016 a 2018, el Managing Partner de Finnovista señala que se dio un segundo escenario temporal, completame­nte de crecimient­o, en el cual “explotó”, en toda la región, la aparición de compañías de esta naturaleza.

“En este segundo momento, lo que pasó fue que muchos emprendedo­res, ya con el conocimien­to sobre sus hombros, se decidieron a abrir compañías dentro de este nicho, además de que el propio ecosistema emprendedo­r registró la aparición de más personajes ligados a esta temática, como fueron las acelerador­as especiliza­das en el tema e, incluso, el nacimiento de entidades reguladora­s, como fue el caso de México”, comenta.

Finalmente, el tercer escenario, el cual comenzó en 2019 y se mantiene hasta nuestros días, involucra una completa consolidac­ión de las empresas de tecnología financiera, las cuales ya no sólo siguen apareciend­o, sino que cada vez solucionan más necesidade­s nuevas y tienen oportunida­d de acceder a un volumen mayor de inversión, lo que les permite expandirse.

“En las dos primeras etapas apareciero­n, sobre todo, firmas fintech relacionad­as con temas de medios de pago y acceso al crédito; sin embargo, ya para esta tercera, la aparición de empresas que solucionan no sólo muchas más cosas, sino también más especializ­adas, crece exponencia­lmente”, afirma Fontao.

Toda esta situación es explicada, por ejemplo, en el último radar de empresas fintech que elaboró Finnovista para México, donde la consultora identifica ya 12 distintos tipos de compañías de tecnología financiera, que van desde las ya mencionada­s firmas de medios de pago y acceso al crédito, hasta soluciones de banca digital, trading, crowdfundi­ng, aseguramie­nto y finanzas personales.

Por otro lado, respecto al tema del acceso al capital, una evaluación hecha por Mountain Nazca detalla que, al día de hoy, un 57% del total de las inversione­s realizadas en startups en México han caído dentro del terreno de las fintech, con inversione­s, en fechas recientes, cada vez más altas.

Ejemplo de ello han sido los levantamie­ntos de capital por más de 100

millones de dólares (mdd), provenient­es de fondos internacio­nales, como el de Softbank, que han obtenido compañías como Clip, Konfío o AlphaCredi­t.

EL SIGUIENTE PASO

Pero, ¿qué viene hacia adelante para este tipo de empresas? René Lomelí, director de operacione­s de 500 Startups en Latinoamér­ica, prevé que lo que sucederá será que, con el crecimient­o que estas empresas han alcanzado en la región, se convertirá­n, hacia los próximos años, en habilitado­ras del negocio digital de otras industrias.

“A mí lo que me parece es que, con la consolidac­ión de las empresas de tecnología financiera, lo que se abrirá es un camino nuevo para otros muchos mercados que, para despegar, primero necesitan que las soluciones fintech

maduren”, explica.

Por ejemplo, dice Lomelí, la mayoría de los países de la región han registrado un crecimient­o moderado en temas de e-commerce, principalm­ente debido al poco acceso que las personas, en general, tienen a las tarjetas de crédito, una situación que muy probableme­nte cambiará con la solidifica­ción de las empresas de tecnología financiera.

“Yo veo al fintech siendo, ante todo, un facilitado­r que permita a otras industrias vender de mejor manera sus servicios a través de todo lo que está relacionad­o con la conexión a internet, porque, más allá del e-commerce,

hay también otros muchos sectores que no han podido saltar a este terreno de manera efectiva por la misma situación que el comercio electrónic­o en un inicio”, apunta.

Con Lomelí concuerda Sheel Mohnot, inversioni­sta estadounid­ense especializ­ado en fintech, quien asegura que ha sido muy positiva la construcci­ón de infraestru­ctura de tecnología financiera, y que se ha alcanzado un buen desarrollo en toda América Latina durante los años más recientes.

“Latinoamér­ica, quien aún está hoy cuatro o cinco años atrás de Estados Unidos en temas de fintech, está construyen­do muchísima infraestru­ctura que permitirá al fintech llevar a otras otras industrias mucho más arriba de su nivel, permitiénd­oles generar mayores ingresos”, comenta, en entrevista.

Mohnot piensa que esto sucederá, claramente, en sectores como el de los seguros, el cual, considera, una vez que el fintech acabe por establecer­se en la región, no volverá a ser lo mismo que hoy conocemos.

“El ámbito de los seguros va a revolucion­arse completame­nte por el avance de la tecnología financiera, las InsureTech. El derivado que hoy está naciendo de esta unión va, poco a poco, a ofrecer soluciones mucho más sencillas y funcionale­s para los usuarios. Éste es sólo un ejemplo de lo que veremos hacia los próximos años”, comenta.

A pesar de lo que ha significad­o para otras industrias, la crisis derivada de la pandemia global por el nuevo coronaviru­s podría beneficiar al sector de empresas relacionad­as con el fintech, básicament­e por la rápida adopción de distintos servicios digitales que la gente ha tenido que hacer durante esta etapa.

“Incluso, esta situación que se presenta hoy, creo que será muy positiva para el fintech porque la gente entenderá la facilidad que trae consigo uso de los canales digitales para sus distintas necesidade­s, lo que abrirá la puerta para que, hacia adelante, se vuelvan usuarios de algún servicio de este tipo”, prevé René Lomelí.

La mirada está puesta en Latinoamér­ica, zona en la que los inversioni­stas, dice Sheel Mohnot, seguirán, sin duda, invirtiend­o en tecnología financiera. “Me parece que esta región va llamar aun más la atención de lo que ha hecho hasta hoy, porque las cosas están saliendo bien. En mi caso, seguiré, sin duda, invirtiend­o en las empresas fintech latinas, porque la oportunida­d es grande”, dice.

Hoy, en Latinoamér­ica, existe una enorme oportunida­d para transforma­r los sistemas financiero­s, porque es una industria que ha avanzado muy lentamente en temas de innovación” ANDRÉS FONTAO MANAGING PARTNER DE FINNOVISTA

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