EL GOLPE A LA CLASE MEDIA ES REAL…
EN ESTE PAÍS, SER CLASE MEDIA YA NO ES LO DE ANTES. Y menos ahora, con la pandemia del nuevo coronavirus, por la cual el gobierno de la 4T ha impuesto medidas de confinamiento a millones de mexicanos.
La inmensa mayoría de los que se quedan en casa a trabajar tienen los medios para poder hacerlo: computadoras o teléfonos inteligentes. Asimismo, realizan labores que pueden solventar en “home office”, o adelantar en casa asuntos que luego pueden despachar en su centro de trabajo.
Como se ve en las coberturas que en Forbes México hacemos de las clases medias, estos segmentos generalmente son núcleos bajo el poder fiscalizador del Estado. El SAT tiene datos sobre sus cuentas de banco, de gasto con tarjetas, de ingresos. Son millones que pagan impuestos y que reciben ominosos mensajes en sus buzones fiscales para cumplir con sus obligaciones.
Y, como es evidente, la inmensa mayoría de estos mexicanos labora en empresas privadas, sobre todo, Mipymes, que aportan más de 90% de las plazas laborales formales.
Hemos visto cómo diversas instancias anuncian apoyos a estas empresas. El Gobierno Federal tiene uno, para créditos a 1 millón de Mypimes (cuyo censo, como documentamos en Forbes.com.mx es inexistente). BID Invest, el brazo de inversiones del BID, y el Consejo Mexicano de Negocios, anunciaron su propio programa de créditos por 12,000 millones de dólares del que AMLO dijo “no me gusta” cómo se presentó.
Las entidades federativas, desde Sonora hasta Yucatán, y de Nuevo León a la Ciudad de México, también tienen sus programas.
Y, sin embargo, los empresarios no tienen en claro para qué y cómo utilizarán esos créditos y si se pueden hacer de más de uno… con los subsecuentes problemas de cómo reintegrarán esos fondos. Lo que viene, en consecuencia, es un probable desastre. Se habla de la pérdida de 3 millones de empleos.
Hasta ahí, muchos de los perdedores serán, dicen estudios y proyecciones, pertenecientes a lo que en México conocemos como clase media. Ya lo dice Oxfam México, en su reporte “Vivir al día”, en el que propone medidas para combatir otra tremenda epidemia que nos azota: la desigualdad. De acuerdo con la oficina local de este grupo británico, la pandemia del coronavirus, ante la falta de políticas públicas y la poca claridad para apoyar la generación de empleo, provocaría un retroceso de 20 años en la lucha contra la pobreza.
El CEEY calcula que a los millones de personas que viven en pobreza en el país podrían sumarse otros 21 millones.
México, dice AMLO, ha sido ejemplo para otras regiones, por su entrega de apoyos directos a las personas. Inclusive, a pesar de su dicho sobre “el modito” del CMN y BID Invest, la propia delegación local del Banco Interamericano de Desarrollo dijo que las políticas que la 4T aplica, si bien son diferentes a las de otros países, no son malas.
Lo cierto es que, como dijo a Forbes México el director de Oxfam México, “el gobierno mexicano se ha tardado muchísimo en actuar y las acciones son inadecuadas e insuficientes”.
La crisis del nuevo coronavirus comenzó a desnudar la desigualdad que persiste en estos tiempos y, sin acciones claras, la brecha será más pronunciada, en detrimento de la clase media.