NUEVO ORDEN MUNDIAL
Por muchas décadas se ha hablado de la instauración de un Nuevo Orden Mundial. Al reverso del billete de un dólar se lee “Novus Ordo Seclorum”, frase que se ha encargado de motivar hipótesis sobre su significado.
Hoy, más que nunca, abundan las teorías sobre las intenciones de familias poderosas e instituciones supranacionales que buscan dominar a la humanidad; pero, en este artículo, no me enfocaré en ello, sino en los cambios que la pandemia y el encierro están provocando, los cuales ya se vislumbraban, y la situación global del coronavirus los acelerará, mientras que otros nos tomarán por sorpresa.
Todas las personas en casa, la mayoría con mucho miedo, entre un 20 y
30% de la población desempleada, otro porcentaje con empleo, pero con ingresos mínimos. Múltiples negocios cerrados, fronteras limitadas, transporte internacional restringido, gobiernos sumamente confundidos. El dinero no desaparece, pero sí cambia radicalmente de rumbo. La crisis del petróleo es la cereza en el pastel.
Muy pronto, los enfermos por depresión, los que han sufrido infartos, con un sistema inmune comprometido, diabetes, y otros padecimientos que se acentúan por estar encerrados, mal alimentados, sin ejercicio y sin sol (que produce la vitamina D en el cuerpo), superarán a los enfermos por Covid-19.
Creía que el caos social comenzaría con personas desesperadas buscando comida, pero, en realidad, ya comenzó en las casas, con pleitos familiares; en las empresas, con disputas entre socios; y entre vecinos.
En Rusia, Estados Unidos, Canadá y Brasil, muchas personas han comenzado a salir a las calles para urgir al gobierno a abrir espacios públicos y reactivar la economía. Sin embargo, también hay un grupo cauto, que evita el miedo, tomando decisiones con calma y conciencia, observando y analizando la situación, buscando encontrar áreas de oportunidad.
Lo que complica las predicciones económicas, la planeación empresarial y hasta la organización familiar es la falta de perspectivas reales: ¿Cuándo volveremos a la normalidad?
Lo único cierto es que nunca volveremos a la normalidad, y algunos celebran que eso suceda porque “la normalidad” nos trajo hasta aquí.
Algunas industrias desaparecerán, puesto que nadie querrá invertir en éstas ante posibles pandemias futuras; por ejemplo, en cines o teatros. El periódico en papel alcanzó su obsolescencia, la gran mayoría de las aerolíneas están por quebrar y levantarlas no será fácil, lo mismo casinos y la industria turística. El negocio de los seguros tiembla, ya que no tiene recursos para hacer frente a la ola de enfermedades y complicaciones, tanto de Covid-19, como de otros padecimientos que empeoran ante el miedo, el aislamiento y la poca atención a estos pacientes.
El venture capital sufre, ya que entre 70 y 80% de sus inversiones están afectadas.
Otros negocios han repuntado, como la entrega a domicilio y compras por internet, el entretenimiento, el ejercicio y la educación en casa; no se diga las ventas de suplementos nutricionales, desinfectantes y tapabocas; pero se están saturando rápidamente. Ahora hay que producir localmente, ya que el tránsito internacional de mercancías está siendo limitado.
En el Nuevo Orden Mundial, los Baby Boomers están teniendo que actualizarse en tecnologías para no quedarse aun más aislados, mientras que los millennials ya se dieron cuenta de que necesitan el contacto social para vivir. Todo está cambiando: entre más pronto lo comprendas, más rápido te adaptarás y, parafraseando a Charles Darwin, sólo sobrevivirá quien sepa adaptarse.
LO ÚNICO CIERTO ES QUE NUNCA VOLVEREMOS A LA NORMALIDAD, Y ALGUNOS CELEBRAN QUE ESO SUCEDA PORQUE ‘LA NORMALIDAD’ NOS TRAJO HASTA AQUÍ ” AUTOR DE TRES LIBROS DE INNOVACIÓN EMPRESARIAL Y SIETE DE TRANSFORMACIÓN PERSONAL Twitter: ricardo_perret rperret@centrodetransformacion.org