MOMENTO DE ABRAZAR EL RIESGO
El mundo entero está viviendo una crisis sanitaria sin precedentes por la enfermedad Covid-19, que viene acompañada de otra, económica, la cual apenas comienza a dar muestras de su capacidad destructiva, con la pérdida, este año, de prácticamente 200 millones de empleos formales a nivel global, cuestión impensable hace apenas unos meses.
El tema económico tiene una serie de aristas que están ya afectando seriamente a compañías locales. Las microempresas han dado el último aliento, bajando sus cortinas; las pequeñas agonizan, mientras que las medianas hacen esfuerzos para mantener a flote la plantilla laboral y afectar lo menos posible a cientos de familias. En tanto, los grupos empresariales han lanzado gritos de ayuda para sobrevivir ante la pandemia, no sólo sanitaria, sino también económica y social, que ya dan indicios de lo complicado que se vislumbra el futuro cercano.
Cada país ha recurrido a medidas para amortiguar la tormenta perfecta y somos testigos del acontecer en Asia y Europa, por lo que todavía tenemos esperanza de hacer las cosas bien. Estoy convencido de que sí hay solución, pero la única manera de lograr resultados es trabajar juntos: gobierno y privados, cada cual desde su campo de acción, pero todos del mismo lado, del lado de México. Sin embargo, si esto no se hace a la brevedad, estaremos experimentando una crisis más duradera y con costos insospechados.
Es tiempo de abrazar el riesgo, en lugar de temerle; y de no sólo sobrevivir a las tormentas, sino de crecer con ellas, pues, precisamente, en el marco de esta
pandemia están surgiendo oportunidades de inversión en sectores que podrían estar pasando inadvertidos en medio de esta crisis y sólo aquellos que tiene la habilidad de detectarlas las pueden aprovechar.
Covid-19 sólo llegó a complicar un tanto más las condiciones en nuestro país, pues la pandemia se sumó a la contracción del gasto público (que ha llevado a inhibir la inversión), los problemas en la industria petrolera y la cotización del peso. No obstante, hay que sobrevivir al presente para vivir el futuro.
El aumento del gasto público, la inversión en infraestructura y el establecimiento de acuerdos con el sector privado para aumentar las inversiones, tanto nacionales como extranjeras, a su máxima expresión, son algunas de las medidas que deberían tomarse en cuenta a la brevedad; ello, aunado a una política de tasas a la baja. De esta manera, se maximizaría la creación de empleos, tanto en el sector público como privado, y en industrias como la energética y de infraestructura.
Brindar apoyos a través de subsidios, créditos o garantías para préstamos comerciales de manera directa y con la banca comercial también darían un respiro a las empresas mexicanas. La idea es poner a trabajar la mayor cantidad de dinero posible en la economía real, con una tesis de inversión centrada en la maximización de la generación de empleo.
Yo, como empresario comprometido con México, estoy esforzándome por maximizar la inversión en una base sólida de generación de empleos en inversiones rentables, además de poner a disposición de medianas empresas el conocimiento que tenemos para apoyarlas a reestructurarse y, de esta manera, apuntalar su pleno funcionamiento, así como mantener su base de empleo. Nosotros estamos aquí para quien nos quiera aprovechar.
Todo pasa... y el coronavirus no va a acabar con un México unido, gracias a la entrega de sus habitantes y al compromiso que todos tenemos con él. Construyamos hoy el paísque todos queremos para el próximo mañana.
ES TIEMPO DE ABRAZAR EL RIESGO, EN LUGAR DE TEMERLE; Y DE NO SÓLO SOBREVIVIR A LAS TORMENTAS, SINO DE CRECER CON ELLAS ” PRESIDENTE Y FUNDADOR DE FIBRA PLUSSQUO