ERA DIGITAL: LA INVESTIGACIÓN CLÍNICA DE PFIZER
Con 95 proyectos clínicos de investigación en marcha, la farmacéutica planea registrar 15 nuevos medicamentos para 2022 en especialidad oncológica, hematológica, cardiovascular e inmunología.
El impacto de la tecnología digital ha revolucionado a múltiples sectores, desde los servicios básicos hasta el desarrollo de campos especializados, como la ciencia y medicina. Frente a este escenario, resulta fundamental entender los proCESOS MéDICOS Y CIENTífiCOS DESDE UNA perspectiva digitalizada.
La investigación clínica se compone de estudios que dan respuesta a padecimientos con la misión de diagnosticar y comprender las enfermedades, a través de procesos éticos y seguros. En este SENTIDO, PfiZER SE POSICIONA AL FRENTE DEL sector farmacéutico con un portafolio de 95 proyectos clínicos en investigación, de los cuales espera lanzar 15 nuevos fármacos para 2022, principalmente en oncología, hematología, infectología e inmunología.
“Digitalizar la investigación clínica nos permitiría economizar tiempos, desde los ensayos médicos hasta el lanzamiento de nuevos medicamentos. Incluir la digitalización en nuestro sector es un área de oportunidad que nos ayudará a SEGUIR LLEVANDO LA INNOVACIóN CIENTífiCA hacia las personas que lo necesitan”, AfiRMA GABRIELA DÁVILA, DIRECTORA DE INVESTIGACIóN CLíNICA PARA PfiZER EN Latinoamérica.
MÉTODO Y ESTRUCTURA
El proceso de la investigación clínica está compuesto por cuatro diferentes fases, por lo que registrar un nuevo medicamento puede llevar hasta más de diez años.
“MÉXICO TIENE EL CONOCIMIENTO MÉDICO PARA UNA BUENA INVESTIGACIÓN CLÍNICA, PERO FALTA AGILIZAR SUS PROCESOS REGULATORIOS”
De acuerdo con la directiva regio
NAL DE PfiZER, DURANTE LA PRIMERA FASE el fármaco se encuentra en un estado de prueba, donde es estudiado en una población aproximada de 50 a 100 personas sanas para analizar su respuesta dentro del organismo. En la segunda fase, los ensayos se enfocan en evaluar LA EfiCACIA Y SEGURIDAD DENTRO DE UNA población entre 100 y 500 pacientes con la enfermedad a combatir.
En la tercera fase las pruebas clínicas se realizan con miles de pacientes a nivel mundial, y es en esta etapa donde las farmacéuticas aseguran la EfiCACIA Y SEGURIDAD DEL MEDICAMENTO. Dentro de la cuarta fase, el análisis se enfoca en garantizar la seguridad del fármaco tras años de consumo, como es el caso de las enfermedades crónico degenerativas.
Para México, la participación más fuerte dentro de las pruebas clínicas se concentra en la tercera fase debido a que los procesos regulatorios toman mucho más tiempo del deseado. En
ESTE SENTIDO, GABRIELA DÁVILA SEñALA QUE la digitalización en las fases clínicas es fundamental para agilizar la preparación de un nuevo medicamento.
“Hoy los tiempos regulatorios no son atractivos en México. Hay países que autorizan un protocolo en 45 días antes de reclutar pacientes para pruebas; nosotros podemos tardar hasta más de 250 días en incluir al primer paciente, pasar por un comité de ética e importar los insumos médicos. Es un proceso largo”.
“México tiene médicos altamente preparados e instituciones de muy alto nivel, tiene la infraestructura y el conocimiento médico para hacer una buena investigación clínica, pero falta agilizar los procesos. La pandemia ocasionada por el COVID-19 nos enseña que es funDAMENTAL TRABAJAR EN EQUIPO, ME REfiERO a la triple hélice: gobierno, industria privada y academia”, concluye.