NO NOS QUEDEMOS ATRÁS
En febrero de este año, el presidente Joe Biden firmó la Orden Ejecutiva número 14017, en la cual manda a su gabinete llevar a cabo una investigación para determinar las vulnerabilidades y fortalezas de las cadenas de suministro de sectores clave en Estados Unidos (EU). El objetivo de la orden es diseñar un plan para hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia y asegurar la viabilidad de cadenas de valor resilientes y fortalecidas que incrementen la capacidad productiva de la manufactura estadounidense.
En esta orden, Biden instruye a las dependencias competentes del Poder Ejecutivo a coordinarse para hacer un análisis exhaustivo, con consultas a todos los actores (industria, academia, organizaciones no gubernamentales, comunidades, sindicatos y gobiernos locales) para identificar riesgos, amenazas, oportunidades y necesidades para cumplir con dicho objetivo. Asimismo, la Orden Ejecutiva solicita identificar aquellos países que pudieran representar una amenaza para la cadena de suministro de EU, así como aquellos aliados o socios con los cuales será necesario trabajar de manera conjunta para aminorar los riesgos.
En otras palabras, EU busca fortalecer su base productiva para ser más competitivo ante el resto del mundo. En el primer reporte, a 100 días de la instrucción presidencial, se concluye que las cadenas de suministro deben hacerse más seguras y resistentes, pues son esenciales para la seguridad nacional, la seguridad económica y el liderazgo tecnológico de EU. Asimismo, se subraya que el trabajo respecto a las cadenas de suministro requerirá una atención y una inversión constantes.
De igual manera, el reporte señala que crear capacidad de producción, aumentar la calidad del empleo, mejorar la capacitación de los trabajadores y fomentar la innovación, así como fortalecer las relaciones con los aliados de EU, no se logrará de la noche a la mañana y, por lo tanto, se debe trazar un plan de largo plazo con objetivos y metas claramente establecidas.
México debe diseñar e implementar un plan similar al de EU, no sólo por la necesidad de identificar los riesgos y oportunidades de nuestras cadenas de valor para fortalecerlas, generar empleo y aumentar la competitividad, sino también porque necesitamos estar a la altura de nuestro principal socio comercial para hacer frente, de manera conjunta, a la realidad económica internacional. Cada día vemos la necesidad de fortalecer nuestras cadenas globales de valor.
La pandemia ha mostrado la necesidad de contar con proveedores cercanos y confiables, y con mayor diversificación local. El ejemplo más claro ha sido la crisis de escasez de los microprocesadores, que ha puesto de manifiesto cómo un artículo esencial en las cadenas de valor puede generar cuellos de botella en la producción, a costos altísimos.
La enorme integración productiva que México ha desarrollado en los últimos 25 años con EU gracias al TMEC nos obliga a tener una política regional para fortalecer nuestras cadenas de valor. Es de vital importancia convencer a EU de que, como sus principales socios comerciales, México puede contribuir a hacer de Norteamérica una región más integrada y competitiva. ¡No nos podemos quedar atrás!
“MÉXICO DEBE DISEÑAR E IMPLEMENTAR UN PLAN SIMILAR AL DE EU”