LEGALTECH, EL FUTURO
Contra todo pronóstico, el cierre del año 2020 representó, para las firmas legales, un aumento en la rentabilidad por socio que casi triplicó el cierre de 2019. ¿Cómo logró este sector tal rentabilidad en plena pandemia? Lo primero fue cortar gastos. Sin embargo, hay un límite respecto a lo que se puede recortar sin poner en riesgo la operación. Por ello es que, en contraste con otros rubros, el de tecnología fue el único que aumentó su gasto.
Estas inversiones estratégicas, en un principio, tenían como único objetivo asegurar la continuidad de las actividades, pero, una vez que las firmas aseguraron la conexión y el equipamiento de sus abogados, el foco se mudó a maximizar la eficiencia de sus profesionales y en retener a sus clientes mediante la implementación de LegalTech, tecnología que le proporciona herramientas y servicios a la industria jurídica.
La implementación de tecnología fue desdoblada en etapas, comenzando por la creación de “espacios inteligentes” para habilitar la colaboración remota. Luego se agregaron herramientas de automatización, tanto de documentos, como de workflows, que dejan a la máquina la elaboración de actividades repetitivas y permiten a los profesionales enfocarse en tareas estratégicas y de mayor valor.
Y, por último, sumaron herramientas de gestión de las diversas prácticas jurídicas (propiedad intelectual, contratos, litigios, etc.), lo cual no sólo ayudó a mantener la eficiencia, sino a elevarla a niveles superiores a 2019.
Si bien no hubo tiempo de desarrollar soluciones a medida, la existencia de software en la nube permitió una rápida respuesta de proveedores de talla internacional que ya contaban con la infraestructura para hacer frente a los retos de ciberseguridad y de servicio, en contraste con la obsolescencia de los desarrollos on-premise.
La inversión en LegalTech posicionó a las firmas que la adoptaron como opciones más adecuadas para los clientes. Quienes se vieron menos afectados durante la pandemia (fueran propios del sector tecnológico o de otros, pero con una fuerte estrategia digital), continuaron demandando servicios jurídicos, pero exigiendo de sus despachos la misma madurez tecnológica alcanzada en sus propios negocios.
Otra consecuencia de la pandemia y los cambios en nuestras vidas, y ahora que los socios de los despachos comprobaron la efectividad del trabajo remoto, es que el regreso a las oficinas se prevé como un híbrido. Esto, a su vez, resulta clave para retener a una fuerza laboral cada vez más preocupada por el equilibrio entre vida y trabajo.
En vista del éxito obtenido en
2020, se espera que las firmas legales continúen invirtiendo en tecnología especializada en el sector, sobre todo en un contexto donde nuevos jugadores, como los proveedores alternativos de servicios legales (ALSP, por sus siglas en inglés) ganan mercado y están recibiendo enormes fondos para desarrollar proyectos que sustituyan al servicio jurídico tradicional.
Aún está por verse si el LegalTech será el nuevo Fintech, pero lo que sí ha quedado claro, una vez más, es que adaptarse es clave para sobrevivir.
“ADAPTARSE ES CLAVE PARA SOBREVIVIR”