EMPRESAS FINTECH: EN CRECIMIENTO EXPONENCIAL
En un panorama donde los usuarios de tecnología digital asumen el riesgo de brindar datos personales, los servicios fintech continúan demostrando que son punta de lanza en el mercado financiero.
De acuerdo con el Finnovista Fintech Radar, el ecosistema fintech en México continúa imparable desde 2016, pues a partir de entonces ha tenido un crecimiento anual promedio de 23%.
En 2019, dicho reporte señaló a México como el segundo ecosistema fintech más grande de toda Latinoamérica con cifras sólo superadas por Brasil. Para entonces, el mercado en nuestro país superaba los 540,000 usuarios activos y había otorgado más de 1,000 millones de pesos en créditos.
En 2021, este radar ha identificado
441 startups en el sector, 11.9% más que en la edición anterior publicada en junio de 2019, con 394 startups fintech identificadas en México. ANTECEDENTES DE LA LEY FINTECH
Fue en 2018 que se promulgó la primera ley para la Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) con el objetivo de regular la organización, operación y funcionamiento de las empresas fintech, las cuales brindan servicios financieros valiéndose de las ventajas que ofrece la tecnología. En ese sentido, usan páginas web, apps y redes sociales para atraer usuarios mediante la simplificación y agilización de procesos.
Desde 2019, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) recibe solicitudes de autorización de muchas de estas empresas que han tenido que revisar, e incluso, ajustar sus procesos en términos de seguridad, operación y evaluación de riesgo.
La ley autorizó a las empresas que ya ofrecían servicios de crowdfunding o de fondos de pago electrónico seguir haciéndolo mientras informen en su página de internet que se encuentran en proceso de autorización. Hasta obtenerla, el servicio que ofrecen no estará supervisado por las instituciones gubernamentales. EMPRESAS SERÁN REGULADAS POR LEY
El término fintech abarca no solamente a las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) que serán reguladas por la ley, también se refiere en general a cualquier innovación tecnológica aplicada al campo de las finanzas que pueda traer como resultado nuevos esquemas de negocio emergentes o startups, como aplicaciones de asesoría financiera, de gestión empresarial, calificadoras y comparadoras de productos financieros, entre otros.