“VEO UNA CIUDAD MÁS VOLCADA A LA CALLE”: FELIPE LEAL
EL NUEVO MIEMBRO DE EL COLEGIO NACIONAL CONSIDERA QUE EL BOOM INMOBILIARIO EN LA CIUDAD DE MÉXICO FUE UN DESARROLLO RAPAZ, PRODUCTO DE UNA ALIANZA PERNICIOSA ENTRE EL SECTOR Y LAS AUTORIDADES.
Habría sido una tarde de noviembre como cualquiera otra, de no ser por la llamada que recibió en su teléfono celular, en ese mes de 2020. Felipe Leal Fernández conducía sobre Paseo de la Reforma, cerca del Ángel de la Independencia, cuando, del otro lado del móvil, escuchó que se comunicaban de parte de El Colegio Nacional. El arquitecto supo que venía un gran anuncio y se estacionó tan pronto como pudo. De voz de la bióloga Julia Carabias recibió una de las noticias más importantes en su carrera: fue seleccionado como nuevo integrante de esa institución fundada en 1943. Leal brincó de júbilo, mientras la gente a su alrededor lo miraba con asombro, sin saber que la mente detrás de la transformación de Madero en calle peatonal o de la renovación de la Alameda ingresaba a la máxima cátedra del país. El exdirector de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y exsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la capital del país recibe a Forbes México en su estudio, ubicado en el antiguo pueblo de Tizapán San Ángel. Desde ahí, habla sobre su ingreso a El Colegio Nacional, pero también sobre los cambios urbanos que ha visto en la urbe y sobre su visión de la ciudad, de cara a una nueva realidad postcovid. Leal admite que ser el tercer arquitecto (después de José Villagrán García y de su amigo Teodoro González de León) en ingresar a esta institución de máximo prestigio supone un reto en sí mismo, pero, además, porque “estamos en una circunstancia de crisis sanitaria. Eso obliga a pensar en la arquitectura frente a la pandemia. Hacia allá quiero orientar gran parte de mi hacer en la fase inicial”. Sobre el boom inmobiliario que vivió la capital en los últimos años, Leal considera que fue un desarrollo rapaz, desaforado, producto de “una alianza muy perniciosa entre ciertos sectores inmobiliarios con las autoridades, a base de violentar toda una serie de normas y reglamentos”, de la que se derivó una ciudad de consumo, de arquitectura de franquicia “que te da una impersonalidad, se vuelve una ciudad genérica. Eso me parece tóxico, y es donde hay que trabajar”. La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto en todos los sectores de la vida, y la arquitectura no es la excepción. Para Leal este momento dejará “una huella que va a dar pie a otros pasos hacia el futuro”. Por ejemplo, dice, el hecho de haber estado tanto tiempo confinados en casa, y la propia extensión del teletrabajo, incrementará las ganas de volcarse a la calle, que, a su vez, se tiene que transformar en un espacio de calidad para la vida y que esté lo suficientemente a salvo de contagios. “Veo edificios de oficinas que se empiezan a transformar en viviendas abiertas, iluminadas, edificios con oquedades, una ciudad más porosa, más permeable, con más actividades al aire libre, más extrovertida, más volcada hacia afuera, sin bardas, más relacionada con la naturaleza, con más utilización de las azoteas”, y que explota más su relación con el cielo abierto, reflexiona.