‘He tragedias, pasado por muchas por eso tomo’
Desde el fallecimiento de su hija, ‘Javier’ inicia con síntomas depresivos y empieza a beber alcohol de manera diaria
HISTORIA DEL PADECIMIENTO
“Javier” es un hombre de 60 años, casado desde hace 35 años; actualmente trabaja para una compañía de limpieza y construcción. Tiene un hijo de 29 años y un nieto, con los que tiene una relación cercana y convive de manera constante, sin embargo, han tenido muchos conflictos debido al abuso de alcohol.
Su hija falleció hace cuatro años en un accidente automovilístico, a partir de este evento, “Javier” inició con insomnio, ansiedad, pensamientos de desesperanza y aumento significativo del consumo de alcohol. No aceptaba iniciar un tratamiento, por lo que los síntomas se fueron agudizando.
Hasta hace un año empezó con tratamiento farmacológico con un médico siquiatra privado, pero tenía un mal apego. No seguía las indicaciones de manera adecuada ni aceptaba iniciar con un proceso sicoterapéutico, por lo que su problemática fue causando disfuncionalidad laboral, familiar y conductas de riesgo como manejar bajo estado de ebriedad y fumar casi una cajetilla diaria de cigarros.
Lo refirieron al Hospital de Salud Mental de Tijuana A.C. ya que una semana antes de su ingreso a hospitalización, tuvo un accidente en carretera por conducir bajo la intoxicación del alcohol. Además, llevaba cuatro días con momentos de mucha agitación e ideas de muerte y tres días sin dormir. “Javier” expresaba que sentía que alguien lo tocaba, se quejaba de problemas de memoria y salía de casa a deambular sin un destino fijo.
ANÁLISIS DEL CASO
Acorde a los antecedentes del caso de “Javier” se identifica un duelo patológico que detona un trastorno depresivo recurrente y asimismo, cumple con los criterios de un trastorno mental y del comportamiento debido al consumo de alcohol.
“Javier” comenta durante sesión: “Varias veces intenté dejar de tomar, iba a la iglesia y prometía que lo iba a dejar, lo más que pude estar sin tomar fue un poco más de un año, pero la pasaba muy mal y necesitaba volver a hacerlo” (sic). Fuera de las promesas en este contexto religioso, “Javier” nunca había llevado un tratamiento siquiátrico y sicológico a pesar de la insistencia de su esposa e hijo. Su esposa, por otro lado, lleva más de un año asistiendo a sicoterapia.
El trastorno depresivo de “Javier” agudizaba los cuadros de ansiedad que ocasionaban la agitación, ideas de muerte y desesperanza, insomnio e irritabilidad de la que se quejaba el paciente. Estos problemas son muy comunes cuando existe esta enfermedad. Otros síntomas son que las personas descuidan su apariencia e higiene, hay sentimientos de desmotivación y anhedonia (pérdida de interés en actividades que anteriormente disfrutaban), la atención y la memoria se ven afectadas, hay pensamientos de culpa y desesperanza y en casos graves, se presenta la ideación o el intento suicida.
La comorbilidad del alcoholismo durante la depresión es muy alta, como en el caso de “Javier”; ambas enfermedades van reforzando a la otra y llevan a que el estado depresivo empeore y se profundice de manera más rápida. Por lo que es fundamental iniciar con un tratamiento rehabilitador del consumo de alcohol, ya que el estado de ánimo, la disposición al cambio, el tratamiento farmacológico, el apego a los hábitos de autocuidado, entre otros aspectos, se verán afectados y/o limitados al persistir ambas patologías.
Posteriormente, es necesario llevar un tratamiento integral para el trastorno depresivo y una elaboración saludable del duelo familiar. Durante la hospitalización, se trabajó con “Javier” y su familia, sobre distintos objetivos: Identificar factores de riesgo y de protección del paciente, se inicia el abordaje sicológico sobre las ideas de culpa que presentaba, se buscó concientizar sobre la importancia de llevar un tratamiento de rehabilitación al egresar de hospitalización y dar seguimiento tanto al tratamiento siquiátrico como al proceso sicoterapéutico individual y familiar.
En el Hospital de Salud Mental de Tijuana A.C. tenemos un equipo multidisciplinario, capacitado para tratar a pacientes con estos trastornos. Es fundamental buscar el apoyo de los Especialistas e informarse de los síntomas cuando note algún cambio en usted o en alguien que conoce. Como enfermedades clínicas son tratables y con las intervenciones adecuadas se puede lograr una mejoría significativa en la calidad de vida.
Estos casos están basados en historias reales, pero los nombres y datos personales han sido modificados, la intención es apoyar a aquellas personas que se identifiquen con ellos.
“Esta publicación se encuentra registrada con el nombre Expediente Psiquiátrico: Casos Clínicos Psiquiátricos del Hospital de Salud Mental de Tijuana, bajo el número 04-2017022311275200”