MEJORA SAN FELIPE CALIDAD DE SUS PLAYAS
En los últimos seis años, el puerto mexicalense ha disminuido la presencia de bacterias en sus seis playas y las ha ido posicionando entre las más limpias de México; científicos aseguran que entre sus únicos problemas ambientales se encuentra la pesca irregular y la basura generada por las personas
Por arriba de otros puertos turísticos en Veracruz, Guerrero, Colima o Nayarit, las playas de San Felipe han me
jorado la calidad de sus aguas en los últimos años al disminuir la presencia de enterococos, las bacterias propias de la flora intestinal de humanos y animales.
Las mediciones históricas que realiza tres veces al año la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) muestran una disminución anual de estos niveles de contaminación bacteriológica en las playas de San Felipe.
La presencia de enterococos en aguas de playas recreativas puede causar infecciones en heridas, en vías urinarias y respiratorias, así como en los ojos o pieles sensibles, cuando se trata de niveles elevados.
Arriba de 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua de mar se considera como no apta para el contacto humano, y las playas de San Felipe registraron mediciones de no más de 10 unidades por cada 100 mililitros.
Para tener un punto de comparación, las playas del Golfo de Santa Clara,
separada a unos kilómetros en la costa de Sonora, reportaron una medición de 137 enterococos por cada 100 mililitros, lo que la colocó en la lista de playas en monitoreo permanente.
Apenas poco antes de Semana Santa, la Cofepris catalogó la playa de San Felipe como una de las más limpias a nivel nacional por tener uno de los niveles más bajo de presencia de esta bacteria, en comparación con otros puertos turísticos de renombre nacional.
Cofepris monitorea un total de 269 playas turísticas en 17 estados de la República Mexicana y realiza tres muestreos al año para dar seguimiento estadístico a los niveles de contaminación bacteriológica.
A pesar de las mediciones favorecedoras para las playas de San Felipe no están exentas de otro tipo de contaminación derivada por la basura que las personas dejan en el mar, incluso de los residuos que las embarcaciones pesqueras suelen arrojar a la orilla del mar.
OTROS RIESGOS
Las ocho playas de San Felipe que son monitoreadas por la Cofepris respecto a la presencia de bacterias que puedan ser dañinas para bañistas presentan distintas mediciones y varían respecto a la época y condiciones del año durante el último lustro.
Playa El Cortez, Los Faisanes, Burócratas, Dorado Ranch, Malecón, Playa Bonita, Lindo México y Marina Resort son las que se monitorean debido a la presencia directa de turistas en sus playas o tienen contacto con ellas.
Debido a la separación de las mismas en esta zona, los niveles de enterococos pueden varias, sin embargo, en la última medición previa a la Semana Santa se encontraban en las medi
ciones más bajas por igual.
En los últimos dos años, dos eventos extraordinarios han generado alertas en los niveles de contaminación, una de ellas en junio de 2018 con la presencia de más de 32 mil metros cuadrados de microalgas que generó una pigmentación marrón cerca de la playa de San Felipe.
Estas afloraciones algales si bien no son directamente tóxicas para los humanos, podrían generar intoxicación por el consumo de moluscos bivalvos que se alimentan de estas algas, que comúnmente aparecen en el verano. En este evento no se registró mortandad de peces.
Otro de los eventos que generó alerta sanitaria fue la tormenta Rosa, cuyas inundaciones en octubre de 2018 en San Felipe ocasionaron el arrastre de aguas residuales, drenaje y otros residuos urbanos en el mar.
TAMBIÉN POR EL HOMBRE
Estudios científicos como los de Paola Berber Díaz, del Colegio de la Frontera norte, consideran que otros factores, como el desarrollo turístico e inmobiliario descontrolado de los últimos años también es un factor de riesgo ambiental para San Felipe.
“El corredor costero (San Felipe-Puertecitos) actualmente presenta problemáticas derivadas de la falta de planeación, el crecimiento desordenado de las segundas viviendas y la falta de servicios”, señala.
“Esta situación dio lugar a incremento de basureros clandestinos, afectaciones