ÍDOLOS DE LA INFANCIA
Editor: Daniel Antuna
En su tercera temporada en Grandes Ligas, el tijuanense Javier Assad se hizo un espacio en la rotación de abridores de los Cachorros de Chicago y responde la confianza con números.
El pitcher derecho de 26 años colgó once ceros |
Coeditor Gráfico: Zulma Castro consecutivos en sus primeras dos aperturas de la temporada y elevó su marca personal a siete ponches en un juego, mismos que consiguió ante los Padres de San Diego en Petco Park donde sacó por strikes par de veces a Manny Machado y una a Fernando Tatis Jr.
“Uno siempre quiere tirar ceros y seguir en el juego, al final no estaba eso en mí, pensaba en estar concentrado bateador con bateador, llevar la ventaja, ir inning por inning”, compartió.
Su repertorio se amplió a una interesante combinación entre su Sinker, Cutter, Recta a una velocidad máxima de 92.1 millas, Slider, Cambio y Curva.
El año pasado, después de sus grandes actuaciones en el Clásico Mundial como relevista con México, en los Cubs le tocó pasar de nuevo por ligas menores, regresar MLB, venir en 22 ocasiones desde el bullpen y tomar la bola en diez juegos como inicialista.
Para esta temporada 2024 se puso metas claras y las cumplió: Ser un abridor desde la primera serie.
“Es el trabajo fuerte, me puse a trabajar desde la ‘temporada muerta’ con mi trainer en Tijuana, trabajando en mis pitcheos y en mi mecánica, eso es lo que me ha ayudado bastante”, comentó sobre su transición.
Junto a otros tijuanenses de la Gran Carpa como Jonathan Aranda (Infielder en Tampa Bay
La visita al estadio de los Padres de San Diego en familia significó revivir viejos capítulos entre los Assad.
El lanzador recordó que solía ir al estadio para ver a dos de sus jugadores favoritos de los frailes: Jake Peavy y Trevor Hoffman.
“Creciendo en Tijuana el equipo de Grandes Ligas más cercano era San Diego, la verdad, sí. Uno de mis jugadores favoritos era Jake Peavy, Trevor Hoffman también me gustaba demasiado como pitcheaba y nada, simplemente es bonito poder estar aquí”, comentó.
Su papá no cabía de la emoción por verlo ahora como abridor de Grandes Ligas en ese parque de pelota donde lo llevaba de niño como aficionado. Desde los 18 años comenzó el camino en sucursales de los Cachorros y a los 24 ya era un ligamayorista.
“Lo veo muy maduro, lo veo como un pitcher de Grandes Ligas, muy centrado, muy profesional, con muchas facultades para poder seguir en este nivel”, enfatizó Javier Assad Sr.
Rays) y Alex Kirk (Receptor en Azulejos de Toronto) hacen un trinomio que se complementa.
“Es mucho que aprenderles también, motivarnos nosotros mismos, uno es bateador, uno catcher, el otro pitcher, todos nos ayudamos bastante ahí”, apuntó.