En ocasiones Renunciarás a algo Y Luego Te arrepentirás
Sobrevivirás, pero puede que te remuerda la conciencia. Así es la vida. Sobre todo si renunciaste a algo que podría haberte garantizado legiones de chicas a tu alrededor.
Yo nunca hubiera sido bueno tocando la guitarra, soy el tipo con menos coordinación del planeta. Además, nunca he tenido esa comprensión intuitiva de teoría musical, mis dedos son demasiado gruesos... En fin, esas son sólo algunas de las razones por las que decidí que ya no quería ir a clases de guitarra, cuando estudiaba la preparatoria. (Para ser honesto, la razón de mayor peso era simplemente mi infinita holgazanería). Sé que jamás hubiera sido el sucesor de Hendrix, pero el caso es que ni siquiera me molesté en intentarlo, nunca me senté a practicar. A lo mejor hubiera llegado a ser medianamente compe- tente, uno de esos que pueden agarrar cualquier guitarra y sacarle unas notas decentes. Odio a esos tipos, todo mundo los odia, pero apuesto a que SER uno de ellos debe sentirse genial.
Hay ciertas habilidades (qué sé yo, el golf, lenguas extranjeras, tocar un instrumento musical) que se aprenden más fácil durante la infancia. A medida que uno crece las aptitudes de alguna manera se esfuman. Cuando renuncias a algo, siempre te preguntarás: “¿Qué hubiera pasado si...?”, y claro que eso duele. Casi tanto como afinar la guitarra en do abierto.
CUANDO NO PUEDES RENUNCIAR A LAS COSAS QUE YA NO TE SIRVEN, ESO SE LLAMA ACUMULACIÓN COMPULSIVA. ¡YA TIRA TODO ESO DE UNA BUENA VEZ!