CARTA EDITORIAL
O cómo acabar con las conversaciones estériles
Vivimos tiempos convulsos. De eso no hay duda. El auge de los populismos, la violencia y el terror propiciados por mentalidades que parecieran de otros tiempos, la xenofobia, el odio al que piensa distinto o tiene unas creencias que no son las nuestras están a la orden del día. Hay corrientes de pensamiento que se asemejan a las del infausto siglo XX, que parecían olvidadas y que causaron millones de muertes en pos de un ideal aterrador. Quisiera pensar que somos lo suficientemente inteligentes para no repetir errores del pasado. Pero hoy pareciera que existen nuevos tribunales de la Inquisición en la red y hay dirigentes del mundo que gobiernan a golpe de tuit. Cualquiera puede hacerse un post rasgándose las vestiduras y generar un conflicto donde el sentido común dicta que no lo hay. Y algo irrelevante se convierte en una polémica cuya energía debería dedicarse a mejores menesteres cuando nos rodean tantas cosas por solucionar. Quizá deberíamos ser más conscientes, sin olvidar nuestra responsabilidad como medios, en que hay batallas que es mejor no pelear. Y que los tribunales del común erigidos en jueces en la red de lo que moralmente es aceptable o no suelen tener fines y finalidades más oscuras y peligrosas.
Como se acerca el final del año, queremos celebrar el recuerdo de 12 meses que han estado llenos de esfuerzos, muchas
Hago lo que quiero y muestro todo aquello de lo que me siento orgullosa, parece decirnos Kourtney Kardashian en esta sesión de fotos que seguro va a provocar un encendido debate en los social media.
recompensas y algún sobresalto. Y queremos hacerlo con una de las mujeres más conscientes de su poder. Hago lo que quiero y muestro aquello de lo que me siento orgullosa, nos sugiere Kourtney Kardashian en esta sesión de fotos que seguro va a provocar un encendido debate en los social media. Madre, empresaria, estrella de la televisión y de la red, Kourtney disfruta y se siente segura de esa madurez privilegiada que quiere exponer al mundo. “Es importante mostrar imágenes positivas de nuestro cuerpo”, nos dice. Y no hay más que eso: una celebración. No le busquemos más razones ni tratemos de hacer tesis sobre algo que no es más que la demostración de la alegría de vivir. Todos somos conscientes del papel que jugamos, de la imagen que proyectamos al mundo. De nuestros propios e individuales límites y las ganas de superarlos. Y de nuestros conflictos. Pero también es cierto que no hay caminos oscuros ni mensajes ocultos.. Y que las polémicas estériles nos restan tiempo de dedicarnos a lo verdaderamente importante: ser felices, disfrutar de la vida y hacérsela feliz a quienes nos rodean. Diviértanse con este ejemplar. Acaben 2018 rodeados de felicidad y buen karma. El mal humor y la polémica estéril no generan más que úlceras de estómago. Y aún nos quedan muchas fiestas que disfrutar en el camino final del año. Espero que nos encontremos en alguna y brindemos por ello.