10 comediantes EN PUGNA
En LOL: Last One Laughing, un selecto grupo de cómicos mexicanos se enfrenta en un show con giros inesperados, que promete provocar ataques masivos de risa.
n este exclusivo estreno de Amazon Prime Video, los 10 humoristas convocados y enclaustrados en una casa donde son vigilados en video —al estilo Big Brother —, intentarán hacerse reír los unos a los otros mientras nosotros —cuales viles voyeristas— somos testigos de cómo obedecen la consigna de provocarse entre ellos en un desafío en el que (casi) todo se vale. Y es que se permite cualquier artimaña con tal de hacer caer a los otros. Todo, menos reír en el intento y ni siquiera esbozar una leve sonrisa. El ganador se llevará un millón de pesos y la satisfacción de dejar en la lona a sus rivales. “Estar en contacto con el humor todo el día nos hace insensibles. Quienes hacemos comedia somos como los ginecólogos que llegan a casa y ya no les emociona lo que ven”, confiesa Eugenio Derbez. Y justo eso nos preguntamos: ¿Cómo hacer reír a otro comediante con la dificultad extra de mantener una poker face permanente?
LOL: Last One Laughing, catalogada como una serie de variedad, es más bien un reality en el que Derbez —además de ser el ojo en el cielo que monitorea y expulsa a los competidores—, funge como productor y fue el encargado de invitar a los valientes que aceptaron el reto: Carlos Ballarta, Mauricio Barrientos “El Diablito”, Alexis de Anda, Alfonso Borbolla, Michelle Rodríguez, Alejandro Montiel “El Escorpión Dorado”, Liliana Arriaga, Manu NNA, Daniel Sosa y Alex Fernández. Cada uno —para hacer cardiaco el asunto— apostó 100 mil pesos de su bolsa. “Que haya dinero en juego hace riesgoso el compromiso”, acepta Michelle Rodríguez, convencida de que el público se divertirá y disfrutará el sufrimiento de los implicados que evitan reírse mientras hacen ridiculeces. “Creo que la regla de no reír mientras se trata de hacer que lo hagan otros es bien complicada”, finaliza la comediante (a la que siempre confunden con su homónima hollywoodense).
Y es que aparte de lo cómico que puede ser deleitar (con un poco de sadismo) estos 10 guerreros chocando entre sí, el programa no está exento de esa pequeña dosis de tragedia que acompaña a la derrota. “Dicen que los comediantes tenemos la obligación de hacer reír a los demás, pero ¿quién nos hace reír a nosotros? El show muestra hasta dónde podemos llegar usando nuestras mejores armas, pero también que los comediantes podemos frustrarnos y estar tristes”, reflexiona Mauricio Barrientos, el irreverente actor y conductor conocido como “El Diablito”. Por su parte, Carlos Ballarta, uno de les enfants terribles del stand up mexicano contemporáneo, nos cuenta lo interesante que le parece el concepto: “Son dos retos al mismo tiempo; no esbozar una sonrisa es la constante del experimento, pero además tratar de hacer que ‘caigan’ esos grandes comediantes que conozco y que sé que son muy divertidos. Es un gran desafío profesional”, confiesa sin despojarse de sus estrambóticos lentes. Sin embargo, Liliana Arriaga “La Chupitos” no está de acuerdo: “No creo que sea un experimento, porque no somos ratas de laboratorio, aunque en el programa nos comportemos como animales, y no diré nombres. No sé si este concurso va a revolucionar el humor, pero está muy bueno y todos querrán participar en las próximas ediciones”, zanja la actriz que en LOL: Last One Laughing ondea la bandera de la comedia tradicional.
Así las premisas de este tour de force humorístico —adaptado del éxito nipón Hitoshi Matsumoto Presents Documental— que, a lo largo de seis episodios, nos mostrará las gracias —y desgracias— de un escuadrón del humor que hará uso indiscriminado de todos sus recursos histriónicos y físicos. “En el show hay que improvisar porque son muchos tipos de comedia, de humor y de timing. También hay varios momentos de tensión donde defiendo mi ideología”, asegura Manu NNA, una de las voces influyentes del stand up mexicano moderno, que se autodefine como “comediante, cabaretero, escritor y exsexoservidor”. Durante el programa, los participantes tienen prohibido taparse la cara o comer todo el tiempo (porque eso podría disimular su cara de risa). “Hacer reír sin poder reírse son dos energías humanas muy opuestas. Congeniarlas es muy extraño. Es difícil porque en cuanto estás cómodo y te descuidas, puedes sonreír sin querer y perder”, analiza Alfonso Borbolla, actor, comediante e improviser —lo hemos visto en Soy tu fan y en Luis Miguel, la serie—. Eso sí, dentro de esta casa de la risa se pueden usar ciertos encantos para vencer al adversario, como lo asegura Alexis de Anda, la atractiva comediante y actriz: “¡Tengo cara de risa todo el tiempo!”, dice preocupada. “Con tal de que se rían, hago valer mi coquetería y sensualidad. Es válido transgredir y ser sexy seduciendo e incomodando”, afirma. “Yo por mi parte, sé cómo hacer caer a otro comediante, y para lograrlo, estoy arriesgando mi físico y el apellido de la familia hasta donde es posible”, dice muy seguro Alex Fernández, otro baluarte del stand up —y no, su apellido no tiene que ver con Vicente y Alejandro—.
Sí, en este show en el que todo podría pasar, cada participante cuenta con una particular estrategia frente a un reto que esta vez no tiene que ver con conseguir provocar las carcajadas en una audiencia, sino con enfrentarse con su propia naturaleza reflejada en sus colegas. “En el programa, soy muy duro, despiadado y a la cabeza. Como espectador, te enojas, ríes u odias a alguien, pero seguro sientes muchas cosas”, afirma Alejandro Montiel, “El Escorpión Dorado” —uno de los youtubers más populares de hoy—. Mientras que el famoso standupero Daniel Sosa confiesa que la experiencia fue divertida, aunque complicada: “Nos dan en el talón de Aquiles al no dejar que nos riamos; es como poner a un cirujano a operar a ojos cerrados”. Cuando vio a sus contendientes, el joven humorista pensó: “Qué miedo, viven de divertir a la gente y conocen mis puntos débiles”. Pero nosotros, a diferencia de los sufridos competidores, sí podremos carcajearnos con ellos —y de ellos—, gracias al humor extremo que LOL: Last One Laughing garantiza. “Si fuera un programa común y corriente, diría que es simplemente un show divertido; pero como es más que eso, lo definiré como ‘una propuesta inesperada’, donde las emociones se viven a flor de piel. Los participantes se están jugando su dinero, su imagen, su carrera. Es una combinación de humor con gran tensión y expectativa”, finaliza Eugenio Derbez con una gran sonrisa. Porque él siempre se lo tiene permitido.