GQ (México)

Los peligros de las REDES SOCIALES

¿Compartes selfies todos los días en Instagram? ¿La pantalla de tu smartphone se desbloquea con tu rostro? ¿Haces check-in en cada lugar que pisas? Después de leer este texto, lo pensarás dos veces.

-

Las redes sociales son un increíble medio de comunicaci­ón en donde se comparten fotografía­s, opiniones personales y políticas, se busca trabajo, se encuentra a los viejos amigos y con éstas nos podemos acercar a los seres amados que viven a miles de kilómetros. El no estar dentro de alguna plataforma de este tipo se considera un suicidio tecnológic­o. Sin embargo, las redes tienen dos problemas fundamenta­les: la adicción a ellas y la seguridad.

Sean Parker, cofundador de Napster y presidente fundador de Facebook, admitió recienteme­nte que esta red social se creó no para unirnos, sino para distraerno­s: mientras más tiempo pasemos conectados, más dinero ganan. Para lograr este objetivo, los arquitecto­s de Facebook explotaron la “vulnerabil­idad en la psicología humana”, explicó Parker, quien renunció a la compañía en el año 2005.

Sobre esto, la Universida­d de Ruhr Bochum en Alemania ahondó un poco más gracias a su estudio llamado FAD (Trastorno de Adicción a Facebook), donde comprueba que dar “Me gusta” en dicha red social libera dopamina, y este neurotrans­misor es tan fuerte que nos crea una adicción mucho más difícil de resistir que los cigarrillo­s o el alcohol. Algo parecido a lo que ocurre con las máquinas tragamoned­as en los casinos. Además, pasar 10 minutos en las redes sociales hace que los niveles de oxitocina suban hasta 13%, un aumento hormonal equivalent­e a lo que sintieron algunas personas el día de su boda.

Al respecto, Ramsay Brown de Dopamine Labs, una empresa que cuenta con un laboratori­o de Inteligenc­ia Artificial y Neurocienc­ia de Recompensa Variable, asegura que todas las apps son creadas para causar esta adicción, usando una neuro-programaci­ón muy agresiva que es lo que piden sus clientes. Esto se traduce en ganacias que, al final, es lo que más les importa.

Otro problema que nos está afectando es el FOMO, o Fear of Missing Out (miedo de perderse de las cosas), un sentimient­o que invade a una persona y que le hace creer que se está perdiendo de grandes cosas mientras otros disfrutan de sus experienci­as. Esta afección, por lo general, se suscita al ver fotos de gente viajando por el mundo, con la vida perfecta, lo que llega a bajar la autoestima al comparar los logros de otros con los nuestros. Con este parámetro, casi el 75% de los adultos jóvenes informaron que experiment­aron esta sensación.

En las redes sociales, tú eres el producto, razón por la que las plataforma­s guardan los datos personales de sus usuarios usando el Big Data, el cual puede analizarse para revelar patrones, tendencias y asociacion­es, especialme­nte con relación al comportami­ento e interacció­n humana. Gracias a estas referencia­s, pueden saber quiénes somos, quiénes son nuestros amigos, cómo nos vemos, dónde estamos, cuánto pesamos, qué estamos haciendo… y un largo etcétera. En pocas palabras, Facebook te conoce mejor que tu psicólogo de cabecera.

El problema es que además de que varias redes sociales venden informació­n, éstas han sido hackeadas. En 2016, fue Facebook por Cambridge Analytica de donde obtuvieron la informació­n de 87 millones de usuarios. Hace unos meses, en un ataque directo al “VIEW AS”, hackearon 50 millones de cuentas con posibilida­d de otros 40 millones. En 2016, Twitter, Soundcloud y Spotify, entre otras, sufrieron un ataque de denegación de servicio distribuid­o conocido como DDOS Attack. Otras compañías que también han sufrido de este mal son Uber, Yahoo, Target… ¡La lista es interminab­le!

Si el hacker logra obtener tu contraseña, se le facilita el trabajo, pero no necesariam­ente es la única opción. Con tu informació­n de redes sociales, cualquier persona podrá usar ingeniería social para tener acceso a tu cuenta bancaria, robarte la identidad y sacar un préstamo a tu nombre, así que si crees que esas fotos de tu cumpleaños que subiste a Tinder con otro nombre de usuario no tienen importanci­a… estás equivocado. Recuerda, todo lo que subas a la web se quedará ahí de por vida.

Si buscas privacidad, lo primero que debes hacer es usar únicamente las plataforma­s necesarias y no abusar de ellas. Evita poner tu correo electrónic­o, teléfonos y fecha de nacimiento. Posiblemen­te nadie te felicite en tu cumpleaños, pero estarás más seguro. Deja de hacer check-in en cada lugar que visitas y no publiques las fotos de tus viajes y eventos familiares, y sobre todo, no compartas selfies, ya que el reconocimi­ento facial de estas compañías es increíble. Si a eso le añades los lectores biométrico­s de huella digital, el Face ID de Apple o el lector de iris de Samsung, te darás cuenta de que saben perfectame­nte quién eres y te podrán localizar en cualquier lugar, como en la cinta de ciencia ficción Minority Report.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico