ROSALÍA SOBREDOSIS DE ENCANTO
Quien se atreva a no declararse fan en automático tras exponerse al video de su hit “Malamente”, está mintiendo. Rosalía, la joven artista catalana, ostenta tal superávit de encanto que al mundo no le ha quedado otra más que rendirse.
Su disco El mal querer es un indispensable moderno que combina flamenco “de inspiración urbana explícita” (aclara), electrónica, R&B y pop. “En el álbum, exploro pasión, celos y dominación en capítulos oscuros y luminosos”, afirma. Y aunque su objeto más preciado es una Virgen del Pilar —regalo de su madre—, la cantante confiesa que la parte sombría de la religión —muy presente en su concepto visual, junto a la cultura callejera y la tauromaquia— le aterra: “Tengo recuerdos de cuando era pequeña y mi abuela me llevaba a misa”.
Pero ¿quién es el destinatario de El mal querer?, le pregunto al notar que está dedicado a alguien que le rompió el corazón. “Es que me lo han roto tantas veces…”, zanja sin mencionar un nombre. Aunque sobre las críticas que ha recibido por su supuesta apropiación cultural del flamenco y los sonidos gitanos, contesta sin reservas: “Me gusta tomar riesgos. En la música, no puedes controlar lo que pasa. Esta es mi visión personal del flamenco, la que me representa”. ¿No queda nada sagrado?, la cuestiono. Rosalía cruza una pierna sobre
su silla y responde: “No, siempre que las cosas se hagan con amor, no hay nada intocable”. Y no, no podemos predecir el futuro —no tenemos el don gitano—, ni ella parece ansiosa por adivinarlo. “Nunca me han leído la mano, estoy esperando que llegue el momento adecuado en mi vida”, confiesa.
Lo que es evidente es que su presente augura un futuro (todavía más) prometedor: ganó dos Grammys Latinos, Madonna es su fan, será una chica Almodóvar (en la película Dolor y Gloria) y este mes, se espera su presencia en el festival mexicano Ceremonia y en el mítico Coachella. “Soy admiradora de México, me apasiona Chavela Vargas. También de Brasil, Argentina y Venezuela recibo mucho cariño”, sentencia. Además, se acaba de anunciar su colaboración con Billie Eilish, la cual se suma a otra reciente participación con James Blake. “Siempre habrá espacio para lo fresco cuando haces algo personal y le agregas el ADN de tu cultura y tu tierra”, finaliza. Y esa parece ser la receta — imposible de replicar— del irresistible cóctel delicatessen llamado Rosalía.
“Me gusta tomar riesgos. En la música, no puedes controlar lo que pasa. Esta es mi visión personal del flamenco, la que me representa”.