CUESTA TANTO OLVIDARTE
Antes solía reprocharse: “Hoy no me puedo levantar”. Ahora, confiesa que cuando no está de gira, deja la cama a las 6:00 am y se va al gimnasio. Luego, toma un té y enciende su computadora. “No soy una superheroína del pop, más bien de la vida”, aclara la artista que ahora regresa a la escena con nueva música que la reconecta con la vanguardia sin perder su sello personal.
Imaginemos que estamos en 1982 y que la Ana Torroja del futuro —es decir, la de nuestro 2019— viaja a aquella época en una máquina del tiempo y le da consejos a su versión ochentera. “Le diría que lo ha hecho bien, con todo y sus errores. Que no se va a arrepentir de nada”, asegura. El flashback de la plática le remueve algunas emociones, como cuando en aquel mismo año 82 el boletín de una agencia internacional de noticias difundió que había muerto. “Eso fue muy difícil. Hasta que llegué a casa, pude decirles a mi familia y amigos que estaba bien”. Así las fake news del ayer. Sin embargo, algo que la cantante sí extraña de aquella década es la seducción más allá de las redes sociales. “Me encantaba que podías salir a un lugar, te gustaba alguien, le mirabas a los ojos y ya. Así ligabas”.
Pero Ana Torroja sabe que no sólo de nostalgia vive el ser humano y regresa con una vuelta de tuerca que además de reconciliarla con su pasado sintético, la revitaliza y la lanza en una cápsula hasta el futuro. “La música electrónica es mi cuna y la había abandonado, pero es lo que he escuchado siempre. Bueno, antes tuve una etapa sinfónica” (ríe, como recordando el lejano periodo de rock progresivo que cultivó junto a los hermanos Cano en su fase pre-mecano). “Llama” es el lanzamiento inaugural de una serie de sencillos producidos por un comando de DJS en boga, entre ellos,
El Guincho y Alizzz, productores de esta canción que además cuenta con la colaboración lírica de la catalana Rosalía. “Es un reto, pero no tengo nada que demostrar, prefiero sorprenderme a mí misma”, afirma. “Tal vez sea egoísta, pero si te pones a pensar en lo que le va a gustar a los demás, olvídalo, nunca vas a hacer las cosas”. Sin duda, este retorno representa una evolución —que no una ruptura— con su pasado reciente inclinado al pop más acústico, mediante inesperadas incursiones en la electrónica contemporánea y los ritmos urbanos que dominan al mundo. No, nunca pensamos que llegaría el día: Ana Torroja con autotune. “La idea era sonar moderna sin que pareciera un disfraz. A mucha gente le encantará, otros lo detestarán, pero queríamos llamar la atención y eso tiene sus riesgos”. Y aunque el fuego de su presente esté avivado, sí, tenemos que hablar de Mecano. ¿Nunca te tienta tomar el teléfono y marcarle a Nacho o a José María para que se dé ese reencuentro?, le pregunto. Ana responde: “La vida te lleva por donde te tiene que llevar. A veces, se intenta encender la llamita de volver a juntarnos, pero nunca ocurre, y no soy de esas personas que fuerzan las cosas. Si tiene que suceder, así será, pero la vida sigue y yo lo veo cada vez más complicado”. ¿Hay villanos en esa historia?, le cuestiono finalmente: “No, Mecano es una historia donde no hay villanos, si acaso héroes”.