los tiempos que vendrán
El riesgo, la adrenalina y la polémica viajaron hasta Venezuela, junto con el equipo de GQ, para encontrarse con el personaje más relevante de la actualidad política de la región.
Juan Guaidó parece tranquilo. Son pocos los minutos que durará la sesión de fotografías en las instalaciones del Partido Voluntad Popular, en Caracas, hasta donde hemos llegado para encontrarnos con el personaje más controversial de la actualidad en la región.
La cámara y las luces están listas. El fotógrafo está listo. Juan, también. Después de meses de planear un encuentro de carácter casi clandestino, el primer clic está por suceder y la entrevista exclusiva va a comenzar.
TODAS LAS VOCES
Desde aquella mañana en la que empezó a gestionarse el proyecto editorial, con una llamada telefónica y una idea vaga que parecía realizable a largo plazo, los nervios han formado parte en la redacción de GQ respecto a cada punto y cada coma alrededor de Juan Guaidó.
Conseguir en Venezuela el equipo y el crew de producción fue la primera tarea. Luego, planificar todo detalle: los vuelos, la estadía, los discursos ante migración, el coche que nos llevará, con cautela y despistando, hasta el lugar del encuentro, el envío de las fotografías cuando hay apagones... y sí, la entrevista: ¿que hable de México o no?, ¿tiene miedo?, ¿y su familia?
Entendemos la complejidad de buscar, con interés periodístico, a un personaje que polariza. Un hombre que divide y que lo mismo genera esperanza, que animadversión. Un político que está en boca de todos en la región y que quiere hablar. Dar su versión. Explicar de dónde viene y a dónde irá.
Juan es nuestra portada y sonríe para un último retrato. En el caos que vive en estos días, se detuvo unos minutos para conversar. Y nosotros, para escuchar. La sesión acaba y es hora de volver a la realidad. Él a Venezuela y nosotros a la redacción. Meses después de una llamada, Guaidó es nuestra portada.