DE VUELTA A CHERNOBYL
Jared Harris, Stellan Skarsgård y Emily Watson regresan a la Ucrania de los años 80 para desarmar una de las peores catástrofes provocadas por el hombre.
El 10 de abril de 1986, Estados Unidos realizó varias pruebas nucleares en el Desierto de Nevada, en una zona segura y alejada de la civilización, la cual garantizaba que no habría víctimas colaterales. Sólo 16 días después, al otro lado del mundo, en Ucrania, el reactor número 4 de la planta nuclear de Chernobyl hizo explosión, desencadenando una serie de eventos desafortunados que terminarían causando una de las más grandes tragedias de la historia moderna; un acontecimiento del que muchas víctimas inocentes siguen experimentando las consecuencias.
La historia de lo que sucedió en Europa del Este ya todos la conocen. Los medios internacionales se encargaron de reportar día y noche la manera en que un descuido hizo que el reactor fuera consumido por las llamas y cómo miles de personas se vieron afectadas por el manto de radiación invisible que se extendió por kilómetros y consumió todo a su paso. A 33 años de la explosión, HBO quiere terminar de revelar los secretos que esconde este accidente a través de una nueva miniserie
inspirada en las noticias, los testimonios, los comunicados oficiales y los millones de documentos sobre lo ocurrido en la infame planta nuclear de Ucrania.
Protagonizada por Jared Harris (The Crown, Mad Men), Stellan Skarsgård (Melancholia, Good Will Hunting) y la nominada al Oscar Emily Watson (Hilary and Jackie, Breaking the Waves), Chernobyl es un increíble viaje al pasado que dramatiza la historia del accidente nuclear —una de las peores catástrofes provocadas por el hombre en el planeta— y los sacrificios realizados para salvar a Europa de un desastre inimaginable. En esta producción —que, de entrada, tendrá únicamente una temporada—, Harris da vida a Valery Legasov, un físico nuclear soviético que formó parte del equipo de servicios de emergencia y uno de los primeros en darse cuenta de la dimensión del desastre que tenían enfrente; Skarsgård (patriarca de una dinastía de actores conformada por sus hijos Alexander, Bill y Gustaf) es el Primer Ministro soviético Boris Shcherbina, elegido por el Kremlin para liderar la comisión
del gobierno en Chernobyl, mientras que Watson es Ulana Khomyuk, la física nuclear encargada de descubrir qué fue lo que había salido mal con el reactor.
Las miniseries de HBO son garantía, pero además de una gran historia y un reparto estelar, este oscuro thriller tiene a un grupo de titanes de la TV encargándose de que cada detalle —desde el vestuario, hasta la fotografía y la banda sonora— atrape al espectador y le haga experimentar en carne propia (desde una distancia segura) los distintos lados de la tragedia —a veces, desde el punto de vista de las víctimas y, en ocasiones, a través de los ojos de los encargados de contenerla—. Para sumar puntos, es vital que sepas que Chernobyl tiene a Johan Renck, de Breaking Bad, como director, y a Carolyn Strauss, de Game of Thrones, y Sanne Wohlenberg, de Black Mirror, como productoras, lo que resulta en un proyecto oscuro, misterioso y retorcido que demuestra cómo, incluso en la tragedia, los intereses políticos suelen pesar más que las vidas humanas.