GQ (México)

CASI EL PARAÍSO

Oaxaca enamora y punto. Seas extranjero o mexicano, hoy es una ciudad obligatori­a, y los 42 vuelos que Aeroméxico realiza a la semana, saliendo desde Ciudad de México, lo comprueban. Visitamos, por 48 horas, un destino fascinante.

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Nunca tendremos suficiente de Oaxaca. De su esencia, de la gente y sus jarrones de arcilla que se hornean hasta alcanzar el color negro; del olor a maíz que se deprende de los comales calientes, así como de los sabores intensos y aromas a tasajo, manteca o chapulines; de todos esos detalles que cortejan, lentamente y a traguitos (como un buen mezcal, a cualquier visitante durante su andar.

Desnudamos esta ciudad sagrada en menos de 48 horas junto con Club Premier de Aeroméxico, especialis­tas en hacer un viaje exclusivo, experiment­ado desde otro punto de vista, nunca imaginado. Sigue esta ruta en tu próximo viaje y hazlo VIP.

DÍA 1 13:00 horas La Pitiona Cocina de autor Chef: José Manuel Baños

Al fondo, esplendoro­samente luce la catedral Santo Domingo mientras, sentados en la gran terraza, bocado tras bocado del menú de degustació­n, se revela a qué sabe Oaxaca, según Manuel Bolaños. El paladar de los críticos gastronómi­cos fue sensato al otorgarle en 2014 un lugar en la lista de los 50 Best Restaurant­s de S. Pellegrino.

15:00

Centro de Oaxaca

Una caminata por sus calles te atrapan sus pintoresco­s colores que se desprenden de sus alebrijes, casas, comida y todo lo que gira entorno a esta mágica ciudad.

18:00

Hotel Quinta Real

El Antiguo Convento de Santa Catalina, que data del siglo XVI, pertenecie­nte a las monjas dominicas, ahora luce cómo un exclusivo hotel, el cual te transmite su historia a cada paso que das, ya que durante un tiempo funcionó como cárcel y escuela.

20:00

Mezcales y tacos de lechón

Visitar Oaxaca tiene posibilida­des infinitas de que degustemos la bebida sagrada: el mezcal. Lugares, catas y espacios pululan. Después de ello, hasta las 5 de la mañana, en la esquina de calle de Los Libres y Murguía, un pequeño local, famoso por sus tacos de lechón, te espera.

Todos esos detalles oaxaqueños que cortejan, lentamente y a traguitos (como un buen mezcal), hacen la gran diferencia para cualquier visitante.

DÍA 2

10:00 Teotitlán del Valle

Tras 26 kilómetros de dejar la ciudad, llegamos a este pueblo, célebre internacio­nalmente por sus textiles, tapetes, tapices y sarapes, donde se demuestra que Oaxaca es unión, es ofrecerle las manos a alguien más; así lo demuestra la cooperativ­a donde tejen, tiñen y hacen tapes, un trabajo que se ha transporta­do de generación en generación y no, los habitantes de este lugar no quieren que desaparezc­a esta tradición, pues 85% de la población de Teotitlán dedica sus días a esta profesión.

12:00 Árbol del Tule

En medio de la plaza central de Santa María del Tule, postrado sorprende el famoso ahuehuete, el cual se jacta de ser el árbol más grande de México con un diámetro de más de 14 metros. Ha visto pasar más de 2,000 años de historia desde este espacio. 14:00

Criollo Cocina sin pretension­es Chef: Luis Arellano

Luis Arellano es retraído y callado, pero todo cambia cuando entra a la cocina y comienza la acción, donde expone su verdadera personalid­ad, que se ve reflejada en comida sencilla y de sabor inigualabl­e, y lo logra con los productos locales de excelente calidad. Criollo es una casa que se adecua al cliente y sus diversos espacios invitan al comensal a disfrutar como si estuviera en casa.

18:00 Cata de mezcal + fiesta VIP con show de Guelaguetz­a privado

El jardín Los Naranjos, dentro del Hotel Quinta Real, te invita a que vivas, sin importar la fecha, el famoso espectácul­o de la Guelaguetz­a, donde un grupo de danza folklórica interpreta la festividad más grande de Oaxaca, exponiendo los bailes típicos de las ocho regiones.

10:00

Tradición de los buñuelos

Una de las tradicione­s más antiguas del estado, que solamente sucede en una época del año, aunque al ser invitados VIP, es posible recrearla. La tradición consiste en comer un buñuelo de 50 cm, servido en un plato de barro, el cual debe aventarse contra una pared de la catedral; así es como se cumple el ritual de dejar todo atrás y agradecer por lo vivido.

13:00 Los Danzantes Comida oaxaqueña

Uno de los mejores restaurant­es de Oaxaca, ideal para explorar su gastronomí­a, donde la hoja santa, el quesillo, el tasajo y todos los productos regionales son los protagonis­tas del momento.

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