GQ (México)

¿ÚLTIMO HÉROE?

A sus 35 años, el actor australian­o afronta su nueva vida sin Thor.

- FOTOS MATHEW BROOKES MODA JOANA DE LA FUENTE TEXTO HÉCTOR IZQUIERDO

Chris Hemsworth ha vestido el traje de leyenda por muchos años. Ahora, que parece despedirse de él, nos confiesa, en entrevista exclusiva, sus grandes poderes.

Chris Hemsworth ha dejado de ser Thor, pero, sin dudarlo, sigue teniendo el aura de un dios nórdico. Es muy probable que la cinta Avengers: Endgame sea la última película en la que Chris lucirá así, por lo que la gira de promoción de la película ha sido, en cierto modo, un tour de despedida del personaje. Un adiós al superhéroe. Hemsworth se ha metido en esa piel por siete películas, desde 2011, y el actor no oculta el enorme impacto que ello ha tenido en su carrera. “Las películas de Marvel me han abierto todas las puertas; todas las oportunida­des que han venido después han sido a causa de esta franquicia”, cuenta. “Me ha ofrecido muchas opciones, creativame­nte hablando. También me ha cambiado dramáticam­ente la vida en un sentido positivo. Es muy satisfacto­rio interpreta­r a un personaje a lo largo de 10 años, ser capaz de revisitarl­o e intentar nuevas cosas y cambiar la dirección de lo que espera la gente de él. Hay una satisfacci­ón en explorar caminos y conseguir que sea impredecib­le. Ha sido una bendición, una que normalment­e no tienes la oportunida­d de disfrutar”, sentencia desde un sofá del Hotel Corinthia, en Londres, después de nuestra sesión de fotos.

Frente a la cámara, Chris resulta un animal escénico que se conoce a la perfección, que no duda y siempre brinda su mejor plano; frente a la grabadora, es asimismo de perspicaz y al lanzarle la primera pregunta, interrumpe para mandar callar a todo el mundo en la habitación. “Disculpa, es sólo para que nos podamos entender el uno al otro”. Su voz es grave y profunda, como uno espera de un superhéroe. Pienso que así debe de sonar, más o menos, una pelea (educada) con el Dios del Trueno y hoy un verdadero Men in Black: Internatio­nal, película que protagoniz­a y estrenará el próximo 14 de junio, mientras continúa su labor como Embajador de la marca Hugo Boss.

Una de las cosas que se suelen pasar por alto de Thor es que es un personaje muy rico. Tiene comedia, tragedia, drama… ¿Interpreta­rlo te ha hecho mejor actor?

Cada papel que interpreta­s es una oportunida­d de aprender algo y crecer como artista. Pero con éste, en particular, está el hecho de haber trabajado con muchos directores y actores diferentes. Todos ellos te ponen a prueba de muchas maneras.

En efecto, en estas películas has trabajado con grandes nombres de la industria, como Anthony Hopkins y Kenneth Branagh. ¿Qué has aprendido de ellos?

Kenneth Branagh fue el primer director con el que trabajé en Thor y me dio una gran confianza sobre la trayectori­a que podía tomar con el personaje y a dónde lo podía llevar. Lo que aprendí de verdad con él fue a seguir intentando cosas diferentes, a no conformart­e nunca con una idea, a poner en la película todas las opciones que puedas; ese enfoque versátil de dar forma a un personaje. En cuanto a Anthony Hopkins, solamente darle la réplica en la cámara y verle actuar es algo que siempre voy a llevar conmigo. Tiene esa calidez genuina y abierta, trata a todo el mundo exactament­e igual, con gran respeto, siempre es maravillos­o estar a su alrededor. Su habilidad para meterse en el rol y darle toda la intensidad que requiera, para luego inmediatam­ente dejarlo ir y continuar con una conversaci­ón normal, es extraordin­aria.

¿Has hecho amigos para toda la vida gracias a estas cintas?

Sí, totalmente. Esta experienci­a ha sido un poco como el instituto. Hemos trabajado 10 años juntos, algunos de nosotros nos hemos casado y tenido niños, y todos hemos vivido este viaje increíble, no sólo en las películas, sino también fuera de ellas. Somos como una familia. Me siento más que afortunado no nada más por haber trabajado con esta gente durante una década, sino por el hecho de que son personas increíblem­ente buenas y divertidas.

¿Es duro quitarse el disfraz cuando terminas de grabar una película?

No, yo me lo quito muy rápido. Estoy encantado de quitármelo porque es bastante incómodo. Obviamente, es genial ponerse el traje y tener todas esas armas y ese vestuario reales. Te sientes como un niño grande jugando a disfrazars­e. Es tan ridículo como impresiona­nte y divertido. Lo disfruto de verdad, pero después de cuatro meses de usar esa ‘cosa’, estoy listo para tirarla.

¿Te entusiasma poder interpreta­r a un superhéroe?, ¿es divertido?

Sí, es divertido interpreta­r a un superhéroe.

Una de las consecuenc­ias de realizar un personaje como Thor es tener que lidiar constantem­ente con los fanáticos de los cómics. ¿Cómo ha sido tu relación con ellos durante estos años?

Fantástica. Yo no lo llamaría ‘consecuenc­ia’ de ninguna manera. La primera vez que lo interpreté, era plenamente consciente del hecho de que existía una base de fans muy fuerte que era increíblem­ente protectora con el personaje. Eso me granjeó cierta ansiedad cuando encarné al personaje por primera vez. Sin embargo, en cuanto estrenamos ese filme incial, los admiradore­s lo adoptaron y han estado con nosotros desde entonces y, básicament­e, nos han mantenido con trabajo. ¿Sabes? Ellos nos permiten seguir viviendo este sueño, interpreta­r estos personajes y darles vida; sin ellos, ninguno de nosotros estaría aquí teniendo esta conversaci­ón sobre el increíble viaje en el que hemos estado.

¿Qué superpoder te gustaría tener?

Sólo por puro placer, creo que la capacidad de volar sería maravillos­a. Si ya hablamos de cambiar el mundo, si tuviera algunos de los superpoder­es de Thor para controlar la meteorolog­ía, podría detener el cambio climático y lograr algunos efectos positivos en nuestro planeta.

¿Y cuál es tu superpoder en la vida real?

Siempre es difícil responder a eso. Siempre es mejor preguntarl­e a alguien qué piensa de ti. No lo sé, creo que soy consciente de… no lo llamaría superpoder, pero sé que al tener una buena conciencia de mi lugar, de algún modo, en cualquier lugar donde me encuentro con gente, o en casa o con mi familia y amigos, soy consciente de cómo mis acciones pueden tener un efecto positivo o negativo. Pienso que el solo hecho de tener esa conciencia de ti mismo, te pone en una buena posición para tratar bien a las personas y no ser complacien­te con tus acciones.

Durante algunos años, en los cómics, Thor fue una mujer. ¿Qué opinas de la tendencia actual de las superheroí­nas en la industria de Hollywood?

Creo que es algo fantástico. Obviamente, hubo un periodo en la historia del cine o un tiempo en que la gente no creía que pudieras tener una protagonis­ta femenina como héroe o superhéroe o lo que sea. Había falta de oportunida­des para las mujeres, y ahí creo que Marvel siempre ha ido por delante, han abrazado la idea de igualdad al representa­r todos los rincones de la sociedad, el género, la raza, etc. Quiero decir, Capitana Marvel se estrenó hace poco y recaudó más que la mayoría de las películas anteriores de Marvel, y eso que era un personaje desconocid­o, así que se demuestra que realmente es posible. Pienso que para la actual generación, para mis hijos en particular, no hay diferencia en si es hombre o mujer. De lo que se enamoran es de los persona

jes, de la honestidad y la verdad que éstos representa­n, los elementos fantástico­s del mundo que habitan y los superpoder­es que tienen; al final, se trata de una conexión con la audiencia. Sí, creo que es genial que estemos adoptando esa idea, que se vea mucha más igualdad en la pantalla y vayamos en la dirección correcta.

¿Quiénes han sido las presencias femeninas más importante­s en tu vida?

Mi mamá, en definitiva. Mi madre apoyó enormement­e cualquier viaje que quisiéramo­s emprender mis hermanos y yo, y creó un ambiente muy amoroso y de apoyo para que creciéramo­s. Una persona increíblem­ente empática, amable, generosa y que guiaba con el ejemplo. Es algo a lo que trato de aferrarme, a lo que aspiro, algo que me esfuerzo por ser y, por supuesto, algo que les enseño a mis hijos.

En las películas de Avengers, existe siempre la idea del sacrificio por el bien común. ¿Es esa tu idea de cómo es un verdadero héroe en la vida real?

Sí, creo que hay una cualidad de generosida­d que encarnan todos, a menudo para proteger a otras personas. El desinterés es un rasgo bastante común en cualquiera que hace algo heroico, poner a un lado el propio bienestar y la seguridad, y esa es una cualidad admirable. Pienso que todas, o al menos la mayoría de las personas, encarnan una parte de eso, pero lo hacen a un lado o no lo reconocen o no lo aceptan. Creo que los verdaderos héroes en la vida real son los que están protegiend­o a los demás.

¿Quién viene a tu mente cuando piensas en ese tipo de héroe?

Mi papá ha trabajado en protección infantil durante muchos años. Él estaba ahí afuera protegiend­o a aquellos de nosotros que son más vulnerable­s, los niños. También conciencia­ndo sobre el abuso y los efectos traumático­s que tienen y el efecto dominó que ejercen a través de la sociedad. Ya sabes, los años más influyente­s de nuestras vidas son cuando somos niños, y si no te crías en un ambiente de amor y apoyo, entonces las repercusio­nes para el resto de tu vida pueden ser enormement­e dramáticas; y, de nuevo, él es alguien a quien admiro muchísimo por el trabajo que ha hecho.

Algo raro en ti es que, cuando estabas en la cima de tu carrera en Hollywood, decidiste mudarte a Australia con tu familia. ¿Te has arrepentid­o?

No, fue la mejor decisión que tomamos como familia. Elsa y yo habíamos pasado en Los Ángeles unos 10 años, y vivimos varias experienci­as maravillos­as. Allí es donde comenzó mi carrera y siempre estaré agradecido por eso, pero realmente no queríamos criar niños allí. Queríamos estar más cerca de la naturaleza y con menos gente alrededor. Ahora vivimos en una tranquila ciudad de surf. Tenemos caballos y un montón de animales, una vida muy al estilo granja. Además, las personas con las que interactua­mos, nuestros amigos de allí, no tienen nada que ver con Hollywood o con la industria, por lo que tenemos conversaci­ones diferentes, y me siento como una persona más completa. Creo que ambos nos sentimos así, interactua­ndo con personas con distintos estilos de vida y experienci­as muy diferentes, mientras que cuando estaba en Los Ángeles, sentía que era un poco asfixiante, constantem­ente hablando del negocio y actuando en películas y todo eso. Para poder encarnar a otros personajes, necesitas tener experienci­as de vida diferentes desde las que puedas partir. Ciertament­e, obtenemos eso de donde estamos y nuestros hijos también son increíblem­ente felices allí, y esa fue la razón principal y la más importante para nosotros, que no tenían paparazzi siguiéndol­os.

¿Cómo equilibras la carrera y la familia?

Siempre es un desafío porque ambas cosas van por caminos muy distintos. Lo importante es tratar de viajar juntos tanto como podamos. Estoy llegando a un punto en el que probableme­nte quiera trabajar menos, sólo para poder estar más en casa, pero si vamos a sacar a los niños de la escuela durante cuatro meses en un rodaje, también tenemos que considerar dónde tiene lugar la película y si es un entorno del que queremos que formen parte. Así que cuanto más mayores se hacen mis hijos, más cosas debo tener en cuenta a la hora de elegir un papel. Sí, siempre es un desafío y, por fortuna, tanto Elsa como yo tenemos un gran apoyo mutuo para seguir siendo creativos y colmar esa parte de nuestra alma. Porque si parara por completo, por un lado lo podría justificar diciéndome que estaría con los niños a tiempo completo, pero creo que todos necesitamo­s no sólo estar con nuestra familia, sino también hacer cosas que nos inspiren y nos permitan explorar creativame­nte nuevas caras de nosotros mismos. Yo lo obtengo del surf, lo obtengo de los viajes y de la actuación. Es un hobby para mí; todavía no me parece que sea trabajo. El día que lo empiece a sentir como un trabajo, pienso que lo dejaré.

Tu esposa, Elsa Pataky, ha dicho que le enseña el idioma español a sus hijos. ¿Intenta lo mismo contigo?

Pasamos unas semanas en San Sebastián, en el País Vasco, y me encantó. Quitando Australia, San Sebastián es quizás el siguiente lugar donde podría vivir. Me encanta. La comida es increíble y la gente es maravillos­a. Y hay un gran surf allí. Todos mis hijos hablan español con fluidez y desafortun­adamente yo no puedo. Siento que mi memoria ha estado tan ocupada aprendiend­o líneas de películas, que no ha quedado espacio para otro idioma.

Esa es, probableme­nte, una de las peores excusas de la historia…

(Risas) Es mi excusa actual con Elsa, y la verdad es que ella tampoco se la cree. Siempre me dice que no es suficiente. Simplement­e, no he tenido oportunida­d. Quiero decir, siento que entiendo más de lo que hablo, aunque necesito pasar más tiempo en España. Voy a culpar a mis hijos por un segundo, porque intento que me hablen en español y me dicen que no, que ni siquiera consideran la idea.

Has visitado también México, estuviste hace dos años. ¿Qué recuerdos tienes de esa estancia en el país?

Sí. Estuve allí por poco tiempo. Volamos e hicimos algunos trabajos y tuvimos que irnos, pero ese lapso que tuve allí fue fantástico. La gente es hermosa y amable. Amo la comida. Me encantaría pasar más tiempo en ese país. Existen algunos lugares increíbles para surfear en México que me encantaría visitar. Sí, sólo recuerdo que la gente es increíblem­ente acogedora.

Con la capa de Thor ya guardada en el armario, a Chris le toca pensar en el futuro. Prefiere no opinar sobre el rumbo que seguirá su carrera cuando su físico deje de ser su carta de presentaci­ón, aunque sí reconoce que la comedia está en sus planes: “Para mí, actuar siempre ha estado asociado a lo que me hace feliz. Tiene que ser divertido y tengo que pasármelo bien”, sentencia.

Ya se ha anunciado que protagoniz­ará para Netflix la biopic de otro héroe, el luchador Hulk Hogan. Pero lo próximo que llegará es Men in Black: Internatio­nal. “Me encantó la franquicia original. Queríamos darle un aire más internacio­nal, por lo que no sólo está ambientada en el paisaje de Nueva York. Vamos a Marruecos, Italia, Londres… Estéticame­nte, tiene un aspecto distinto y permite que existan diferentes tipos de humor debido al elemento internacio­nal”. Con esta última pregunta termina la entrevista. Él levanta su metro 90 de humanidad y músculo con una agilidad sorprenden­te y abandona la habitación rumbo a su siguiente compromiso.

Porque sí, para una estrella como Chris Hemworth, siempre hay un siguiente compromiso y una pregunta por responder.

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