DESPUÉS DE ROMA
Había visto ese momento muchas veces en la televisión, con otros actores que admiro aspirando a la estatuilla. Y ahora estaba yo ahí, sentada. Lo único que tenía en mente era disfrutar el instante. Me sentía privilegiada de poder compartir con esas actrices maravillosas”. Así describe Marina de Tavira el instante en que fue presentada la categoría de Mejor Actriz de Reparto en la pasada entrega de los Premios de la Academia, un quinteto en el cual, como todos saben, se incluía su nombre. Tras esta vorágine llamada Roma que la llevó de Venecia a Londres y de Toronto a Los Ángeles, De Tavira ha decidido regresar a nuestro país para enfocarse en una de las cosas que más le apasionan: el teatro. “Que me vaya a Hollywood o no dependerá mucho de las propuestas que tenga. Ahora quiero dedicarme al teatro y estoy analizando proyectos tanto aquí como en el extranjero”, asegura. Tragaluz es el nombre de la sexta puesta en escena que la actriz monta con su productora teatral (que echó a andar hace seis años junto con Enrique Singer, actual director de la Compañía Nacional de Teatro), una obra de la pluma del dramaturgo británico David Hare que aborda la historia de dos personas cuyas diferencias no son un impedimento para que comiencen un romance en medio de un contexto social y personal complicado. “El amor es algo muy complejo, lo que nos mueve, lo que todos queremos, un motor. Sin embargo, en la diferencia nos afirmamos. Tanto en
Luego de la odisea que significó ser parte de la más reciente película de Alfonso Cuarón, la actriz nominada al Oscar Marina de Tavira, regresa al teatro para protagonizar Tragaluz.
la diferencia como en la semejanza construimos el ‘yo’”, afirma. Desde hace unas semanas, la marquesina del Foro Rogelio Luévano presume el nombre de Marina de Tavira con orgullo, en un tiempo en el que el teatro en México vive un momento único. “Creo que tenemos una de las mejores carteleras del mundo. Lo digo con absoluta convicción. Y lo que he visto es que la gente va. Hace mucho que no veo una función vacía. Eso es una gran noticia, porque habla de que la gente quiere ver teatro… Siempre he pensado que un pueblo sin cultura comienza a morirse poco a poco, espiritualmente hablando, así que este rubro debería ser una prioridad. Entiendo que hay cosas urgentes y se podría pensar que la cultura es un lujo burgués, pero yo no creo que lo sea”, remata la nominada al Oscar.