CARTA EDITORIAL
Alo mejor sólo pasa una vez en tu vida. Ese momento exacto en el que, sin pensarlo, sin esperarlo y a veces ni siquiera sin intentarlo, un instante cambia tu devenir. Y, en contra de lo que la vida nos tiene acostumbrados, para mejor. Esas ocasiones únicas pueden retorcer las líneas del futuro que aquella lectora de las palmas de la mano te dijo que eran inmutables como texto sagrado sobre piedra y resulta que, al final, no son más que arrugas en la piel que te acompañan desde que naciste y te recuerdan que en el postrero de tu vida, todo será más difícil y más feo. Pero la Diosa Fortuna (no confundir con la Diosa Ocasión, a quien Fidias representó como una mujer calva... qué rencores tendría el escultor griego para ser tan poco amable) es esquiva y sólo a unos pocos concede la gracia de cambiar su suerte para mejor.
¿Quién le iba a decir a David Harbour, nuestro protagonista de portada, que sólo un día después de perder su trabajo en una serie que pasó sin pena ni gloria por las pantallas, le llegaría la propuesta de interpretar al tierno y valiente Jim Hopper de Stranger Things? Un modelo de hombre que busca en la justicia su camino a seguir y que ve el mundo como un conflicto binario de buenos
y malos, donde le resulta difícil encajar.
¿Se imaginaba Andy Ruiz, el boxeador estadounidense de origen mexicano, que en pocos segundos, unos puñetazos al campeón del mundo Anthony
A lo mejor sólo pasa una vez en tu vida. Ese momento exacto en el que, sin pensarlo, sin esperarlo y a veces sin intentarlo, un instante cambia tu devenir.
Joshua, en el Madison Square Garden de Nueva York, significarían una revolución deportiva y que pasaría de tener dificultades a viajar en avión privado, saludar presidentes y cenar con las fortunas más importantes del mundo en sólo semanas?
Seguro que Raúl Jiménez, el delantero centro que juega en la Premier League con la playera del Wolverhampton (me divierte pensar que hace muchos, muchos años, yo estudiaba a sólo unos metros de la cancha de fútbol del equipo inglés; no tanto recordar la grosera fiereza de los fanáticos de las Midlands), nunca imaginó que un viaje a Europa le supondría triunfos de ámbito mundial en el equipo de una pequeña comunidad cercana a Birmingham, donde el idioma inglés tiene un cerradísimo acento, pero en la que hoy se celebra en español cada gol del jugador. O que si alguien le hubiera dicho a Seth Rogen que sus inicios como standupero adolescente le llevarían a encontrarse con ese otro genio de la comedia que es Judd Apatow y se convertiría en el chico de oro del cine que es hoy, seguro habría un chiste amargo sobre la imposibilidad del triunfo. La vida es una caja de sorpresas y hay quien nace de pie y también a quien le sonríe la suerte.
Creo mucho en el esfuerzo, en el compromiso, en no dejar nunca nada al azar y que un paso en tu vida y en tu carrera sea un peldaño más sobre el que subir el siguiente escalón. Pero estas historias, además de inspiradoras, me hacen suspirar por ese soplo de aire fresco que te llega desde un no sabe muy bien dónde y te hace descubrir nuevos caminos al éxito. Nuevas formas de llegar. Aunque la mayoría de las veces sean vendavales que te arrojan al suelo y te manchan la ropa.
Pero por algún lado se empieza.