¿HAY FÓRMULA 1?
LA RENOVACIÓN DEL GRAN PREMIO DE MÉXICO ES FACTIBLE DE NUEVO, PERO CON ALGUNAS PÉRDIDAS QUE HAN QUEDADO YA EN EL CAMINO.
Después de todos estos meses en que corrió mucha tinta acerca de la renovación del Gran Premio de México de Fórmula 1 más allá de la temporada 2019, existen posibilidades fuertes de conservar la fecha, pese a todo. En concreto, estamos en el mismo lugar donde debieron arrancar las negociaciones en agosto del año pasado, justo también cuando comenzó el golpeteo político y mediático.
Fue por esos días que la titular de Conade, Ana Gabriela Guevara, deslizó su opinión acerca de lo costoso que resulta el evento con financiamiento público y, automáticamente, las posturas se tornaron precavidas. El Gobierno Federal se hizo hacia atrás justificadamente, gracias a que tiene prioridades importantes, pero a cambio, se comenzó desde el oficialismo una vampirización acerca de la carrera de F1 en la Ciudad de México.
Se dijo de todo en todos los foros. Desde que el gobierno cubría todos los gastos a cambio de entregar todas las utilidades, hasta se negaba la venta de boletos a personas con baja capacidad económica, e incluso,
que se había construido una ‘avenida especial’ para dar acceso al autódromo a los ricos aficionados que gustan de la máxima categoría. Pero también se remarcaron beneficios GPM, así como otros eventos deportivos de nivel internacional, como la NFL, NBA, MLB y otros que, a final de cuentas, sirven no sólo como frívolo entretenimiento.
Es muy fuerte el impacto económico del Gran Premio de México; por ejemplo, la versión 2018 generó casi 283 millones de dólares, descargados principalmente en los sectores de turismo y servicios de la Ciudad de México. Todo ello se traduce en empleos, impuestos, comercio y conexiones de negocio que en ninguna otra oportunidad se concentran en la CDMX, es decir, llegan turistas de alto nivel de gasto, cosa que no ocurre tan frecuentemente como todos desearíamos.
Además, se habla mucho del impacto publicitario que significan las transmisiones a nivel internacional, cosa que países como Singapur, por ejemplo, utilizan como una fuerte palanca de promoción. Durante la temporada anterior, la F1 incrementó su volumen anual de televidentes, llegando a 490 millones de telespectadores, un 10% más que el año previo. De las 21 carreras, el Gran Premio de Mónaco fue el más visto con 110 millones de viewers y solamente seis carreras más tuvieron figuras similares.
Los grandes premios de Italia, Francia, Austria, Inglaterra, Bahrein y México tuvieron 90 millones de televidentes, en promedio, superando por mucho al resto de los eventos. Seguramente, por eso fue que Claudia Sheinbaum tomó una participación activa y prudente con respecto a las negociaciones y reveló que la ciudad podría participar con algo de presupuesto, con lo que los organizadores se han dado a la tarea de buscar inversión privada, lo cual está bien, es justo.
A pesar de haber sido cuatro veces la mejor carrera del año, el GPM está donde al principio, con la fecha perdida, ya que no se cumplió la primera confirmación de calendario con FIA y menos herramientas de negociación. Episodio que, claramente, deberá recordarse como el momento en que la impertinencia e impericia de unos pocos, le puede pegar duro al beneficio de muchos. Uno más.