CRUZAR EL MAR
Enrique Arce se encontró con otro estreno exitoso de una nueva temporada de La casa de papel mientras el mundo se transformaba. Ahora, su país y su oficio cambiaron. Y él también.
Enrique busca afrontar la nueva realidad. El actor valenciano nos saluda alegremente por teléfono y lo hace saber a la primera. Quiere conversar y reflexionar en días en los que todo está cambiando. El tema inicial que se apodera de nuestra conversación no tiene nada que ver con la actuación, sino con los días anteriores a la crisis global: “Estuve en Chile justo cuando empezaron las revueltas, donde comenzó todo, en la Plaza Italia. He vivido esto en primera persona y, la verdad, ha sido muy duro. Me tocó cuando tiraron la estatua de Pedro de Valdivia al suelo. Hemos vivido un despertar del pueblo latinoamericano y estoy orgulloso de haber estado ahí”.
Hoy, Enrique, con 47 años de edad, es uno de los actores de habla hispana con mayor proyección internacional. Su visita al país andino a principios de 2020 respondió a su participación en Inés del alma mía, un proyecto de Paco Mateo, en colaboración con Isabel Allende, que en su primera etapa contará con ocho episodios. Es una serie sobre la conquista de Chile por los españoles, aunque para Arce, esa parte puede esperar; lo realmente importante es lo que está pasando ahora. Y lo hace saber: el entretenimiento debe esperar. “El proyecto ha surgido en un momento de tanta convulsión y, luego, la crisis global, que uno tiene que posicionarse. Cuando ves todo lo que estaba ocurriendo en Latinoamérica, pues dejas de sentirte español y eres más un ciudadano del mundo. Estoy absolutamente del lado de las demandas del pueblo chileno que parecen silenciadas; si las cosas son injustas, hay que apoyar”, afirma el histrión.
••• LA CASA QUE CRECE
Los últimos dos años han sido una gran aventura para él como actor; desde el estreno en Netflix de La casa de papel (en 2017), la carrera de Enrique y el resto del reparto está por las nubes. “Ha sido una bendición para todos. Una producción española de un canal español, que, de repente, se convierte en la serie más vista de Netflix en cualquier idioma, ya sólo para el país ha sido un hito. Y a nivel personal, imagínate, es una bendición”, menciona acerca del serial que lanzó actualmente nuevos capítulos y fue uno de los contenidos más esperados por la audiencia del gigante del streaming. Se trata de su cuarta temporada en la que, de nueva cuenta, vemos a Arce interpretar a Arturo Román, quien es el director de la Fábrica Nacio
nal de Moneda y Timbre, un hombre que conforme avanza, constantemente muestra distintas facetas de su personalidad, un caballero duro, pero inestable; por momentos inseguro, pero también valiente; a ratos frío, aunque de igual manera, cálido y empático.
Esta gama de emociones, sentimientos, facetas y altibajos colocó a Enrique en el radar de la audiencia y el universo del entretenimiento en general. El último par de años ha sido como un sueño para el ibérico; su talento lo llevó a adentrarse en la industria más importante, la de Hollywood. En 2019, estrenó Terminator: Dark Fate, de Tim Miller, y justo ahora, puede decir que es parte de ese grupo selecto de actores que participaron en un largometraje de Woody Allen: Rifkin’s Festival.
••• SUEÑOS Y REALIDADES
Terminator era primero un sueño. Y, después, una realidad. “Vi la película no hace mucho y fue como si no supiera de qué iba porque nunca tuve el guion completo. Me encantó y también me fascinó verme a mí mismo ahí. Recuerdo cuando vi la saga por primera vez, tenía 13 años”, nos confiesa mientras hablamos de su nueva vida en Los Ángeles, ciudad en la que ahora reside, cuando sus proyectos se lo permiten. “Cada vez que voy allá, lo primero que hago es llamarle a Tim (Miller) para verlo. Hablar de él ahora es referirme no sólo de un colega, sino además de un amigo. Cuando sucede algo así con una persona, cambia tu modo de mirarlo. Lo mismo me pasó con Diego Boneta; te puedo decir que ahora es mi hermano. El día inicial que rodamos en Nueva York, estaba preocupado por ponerse su playera de México y ver el Mundial. No importaba la filmación; jugaba México contra Alemania”, nos relata, y empujando un poco su memoria, sale a flote el resultado final.
Enrique también estuvo en México para la producción de El rey de todo el mundo, un proyecto del director español Carlos Saura cuyo estreno se espera este año: “Una cinta que va a funcionar muy bien y que tiene muchos actores mexicanos. Estoy muy contento de este proyecto”, y lo dice porque es una producción cuyo género no se da mucho en la nación azteca; un musical del que no se sabe tanto de su trama, pero sí que en él participará Ana de la Reguera y dos de los más grandes bailarines de México: Isaac Hernández y Greta Elizondo.
Arce tiene claro que vive el mejor momento de su carrera. Repasa los dos años anteriores con calma y el currículum es impresionante. Nada mal para una persona que terminó en la actuación por ‘accidente’: “Nunca pensé que iba a ser actor. Yo estudiaba para ser abogado y en Valencia, mi ciudad, acompañé a una novia a una prueba y me escogieron a mí”, nos relata; “acabé la carrera y me fui a Nueva York a estudiar arte dramático, aunque es verdad que siempre he sido aventurero”, continúa. Fuera de España, muchos no saben que su pasión más grande no es la actuación ni mucho menos las leyes; es la escritura. Hace dos años publicó su primera novela, La grandeza de las cosas sin nombre, que fue uno de los libros más vendidos en su país e, incluso, el número uno en Portugal. “Siempre he querido escribir. Te digo que tengo más talento para eso que para actuar, lo he sabido desde pequeño. Lo que pasa es que la actuación tiene una vida muy activa y eso va más con mi personalidad. Pero soy mejor escritor”, afirma, al tiempo que le da forma a la historia de su segundo libro. “Hubiera sido un desgraciado siendo abogado. Soy escritor y actor. Al final, la vida siempre te pone donde tienes que estar”.
“LO MEJOR QUE ME HA PASADO ES DARME CUENTA QUE HUBIERA SIDO UN DESGRACIADO SIENDO ABOGADO... SOY ESCRITOR Y ACTOR”.