Diciembre audiovisual
El año está agonizando. Más viejos más somos y parece -solo parece- que el tiempo pasa más rápido. Diciembre es un mes social y las ciudades se congestionan. Las calles se llena del barullo navideño y las prisas recorren los pasillos de los centros comerciales.
La gente atiborra restaurantes y celebra haber llegado a la orilla de este 2018; siempre vale recordar a los que se despidieron prematuramente anhelando ver diciembre. Los hoteles de todos los niveles y todas las estrellas se ven colmados de impacientes huéspedes deseando gastar pesos y dólares bajo el embrujo de las tarjetas de crédito.
El turismo vive y revive en diciembre. Los centros de convenciones no se dan abasto para cumplir con los requisitos de las empresas que necesitan entregar resultados, que desean congratular a sus mejores empleados y que necesitan un espacio para hacer la gran fiesta con bailango incluido. Las plaza públicas se llenan de luz y color, las paredes de los edificios históricos se bañan de púrpura y verde, los monumentos reciben al rojo navideño. Santa Claus está presente y persiste la ilusión de la bondad.
Los párrafos de arriba sugieren un amplio uso de la tecnología y de un ingenioso trabajo de expertos instaladores e integradores de sistemas AV, entretenimiento y control. Probablemente sea diciembre cuando más se ve el trabajo de los creadores que están siempre detrás de las cortinas, atrás de los reflectores.
Diciembre nos encoge el corazón, ojalá esa sensación de cofradía nos dure bastantes días más.
¡Que tengan una Navidad llena de risas y sonrisas, de nostalgia y de recuerdos, de proyectos, de salud y de un porvenir lleno de trabajo!