Incentivar el trabajo 100% digital
Llegamos a octubre y la sensación sigue siendo extraña. Es evidente que las economías no soportan más el confinamiento, pero la pandemia sigue sin parar. Cada día conocemos más gente cercana que ha caído contagiada o que ha llegado a hospitales. No hay una estrategia de gobierno, entonces debemos implementar la nuestra que es cuidarnos al máximo, establecer distancia social, usar extensivamente la mascarilla cubre boca y no acudir a lugares concurridos.
A veces lo anterior se dice fácil cuando la gente tiene que trasladarse en metro o autobús a sus lugares de trabajo con todo el riesgo expuesto de las conglomeraciones en los transportes.
Muchas compañías podrían seguir trabajando remotamente, seguir aplicando la oficina en casa y empleando la comunicación digital y virtual que hoy la tecnología lo permite, pero por alguna razón quieren que sus empleados estén en oficinas y despachos desafiando la pandemia.
Es evidente que hay empresas que necesitan a su gente a la vista porque ejecutan labores físicas imperturbables, pero otras tantas corporaciones podrían operar digital y virtualmente al 100% pero no lo hacen. El brinco del lugar de trabajo analógico al digital suele ser un paso complicado.
Esto es un tema que atañe a nuestra industria de integración de tecnologías: incentivar el trabajo digital implementando todas las herramientas posibles para ayudar a PyME´s.
¿Cómo ayudar? El ecosistema digital y virtual debe incluir a todas las áreas con plataformas de colaboración seguras y fáciles de usar, servicios de videoconferencia y/o conferencias web (que no son lo mismo), pero sobre todo con una convicción y confianza hacia la plantilla del personal que trabaja en casa.
Las empresas que no requieren de fuerza laboral presencial podrían asumir una responsabilidad social y solidaridad comunitaria migrando hacia el trabajo digital, esto permitiría desahogar el transporte público, las conglomeraciones y por ende contribuir de alguna manera en los esfuerzos para la contención sanitaria.