El trabajo híbrido y flexible que llegó para quedarse
Uno ya no quisiera hablar de la pandemia, pero inexorablemente regresa como tema cotidiano. Las cifras de contagio son escandalosas, para nuestro consuelo las complicaciones graves son menores. Ansiamos la primavera porque los científicos casi nos prometen que el famoso bicho habrá sido controlado. Dos eternos años han pasado y todos queremos recuperar esa vida de libertad que teníamos en 2019.
Lo cierto es que las cosas han cambiado y muchas de ellas no van a regresar a los antiguos escenarios.
Pensemos en el trabajo híbrido que es ya una conquista laboral que llegó para quedarse. Empleados, ejecutivos, clientes… casi todos nos hemos adaptado al trabajo híbrido. En principio, las videollamadas ya no son sólo para discutir o planificar el trabajo, sino para realizarlo. Las nuevas capacidades de las plataformas de videoconferencia incluyen la transcripción, el recorte de vídeo, el intercambio de archivos, la traducción y las integraciones con aplicaciones de productividad, además de funciones de edición de video en tiempo real y streaming multiplataforma.
La tecnología ha sido implementada en miles de centros de trabajo y en aquellos donde no es indispensable la presencia física, las cosas pueden funcionar de manera remota. Siempre y cuando haya espacios y tiempos para socializar, para departir y convivir de manera presencial las veces que sean necesario. También es preciso entender que habrá empleados o directivos que si quieran o necesiten ir a las oficinas. Las empresas deberían estar preparados para el escenario de trabajadores remotos y en sitio.
Y los integradores preparados para la implementación de tecnologías para espacios de reunión o para el concepto WFH ( Work From Home).