MAD HOUSE /
Gherardo Felloni
El nuevo director creativo de Roger Vivier, GHERARDO FELLONI, quiere seducirte con sus sorpresas. Incluso si tiene que cantar ópera
Para cualquiera que sueñe con ser el diseñador de la famosísima marca de accesorios Roger Vivier, tener una obsesión compulsiva con la película fetichista de 1967, Belle de Jour es casi un requerimiento en la entrevista de trabajo. En una escena del clásico dirigido por Luis Buñuel, Catherine Deneuve interpreta a una aburrida ama de casa que busca empleo en un burdel para llenar sus fantasías poco ortodoxas, usando un abrigo negro brillante de Yves Saint Laurent y zapatos del mismo color con hebilla de Roger Vivier, un famoso diseño inspirado en los extravagantes zapatos del Rey Sol, Luis XIV. Este importante movimiento de Vivier realmente llamó la atención de Gherardo Felloni, quien tomó el mando creativo de la marca hace ya un año, llenando los elegantes zapatos de su antecesor, el conocido diseñador Bruno Fisoni. Aunque ya había trabajado tras bambalinas en Miu Miu, desde el 2014, y en Dior, bajo la dirección de John Galliano y Raf Simons antes de eso, Felloni ya era muy conocido por su creatividad. Vivier era uno de sus ídolos, ya que había ideado zapatos icónicos, incluyendo aquellos con una bola de acero y diamantes que llevó Marlene Dietrich. Las famosas zapatillas con perlas y pieles de Miu Miu, creadas por Felloni, tienen una deuda con el espíritu divertido de Vivier. “Es muy gracioso que al final tenga la oportunidad de trabajar con esta marca”, comenta Felloni, quien llegó a ella poco después del 50 aniversario de Belle de Jour que se celebró con una reinvención de los zapatos de hebilla. “Tomo mucha inspiración de Roger y de su sentido del humor. Su estética es muy similar a la mía”. En muchas maneras, Felloni es también algo así como una gema de otra era en nuestro presente”.
Su estilo personal es clásico, moderno y con un toque excéntrico. Frecuentemente utiliza camisas de vestir hechas a la medida, las abotona hasta el cuello, las combina con un suéter caro y tenis deportivos. Incluso en ocasiones formales agrega una pieza de alta joyería, casi siempre algo de su valiosa colección del siglo XIX. Otro ejemplo es su ecléctico gusto en películas, el cual incluye a Buñuel, naturalmente, además de otros contemporáneos como Tim Burton. Cuando estuvo hace tiempo en Los Ángeles, se encargó (como un buen admirador) de ir a ver Dumbo, la última película del director. “Tiene fantasía, tiene color, música y felicidad en una sola película”, comenta. “Cuando eres una persona creativa, tomas inspiración de todos lados, de desfiles y de la calle al mismo tiempo. Me encanta la idea de cómo una cosa contamina a la otra. Hasta los objetos más hermosos de la historia pueden evolucionar”.
Esto es algo que Felloni aprendió cuando era un joven en la Toscana. Nació en el seno de una familia de zapateros, recuerda la emoción cuando visitó la fábrica de su tío en Arezzo, la cual le hacía zapatos a Gucci, Hermès, Prada y demás marcas de lujo en los setenta y ochenta. Felloni inicialmente estudió en Roma (luego se fue a París para ser tenor y cantar ópera). Aun así, su padre lo persuadió de unirse al oficio familiar, y lo alentó a hacer diseños propios, lo cual hizo con un amplio sentido teatral. Pronto captó la atención de diseñadores como Fendi o Helmut Lang, y en un periodo corto ya hacía creaciones para casas de moda en Milán y París. Su mudanza a la Ciudad de la Luz fue hace una década para trabajar con Dior, donde Vivier comenzó su primera colección ready-to-wear en los años cincuenta, ahí Felloni vio que la marca estaba en sintonía con su mundo. “Estoy un poco influenciado por mí mismo, probablemente mi época en Francia”, dice. “Aun estando en Italia, no me siento muy italiano”.
Sus primeros diseños en Vivier eran ligeros cambios a los clásicos de la casa. Uno, llamado Très Vivier, fue un update al clásico con tiras con un tacón más pequeño. La sandalia Maharaja fue recortada y se le puso una pluma con un tacón cubierto de diamantes. La inmersiva presentación del diseñador también abordó lo surreal. Ha presentado sus colecciones con modelos vestidas de avestruz, un Dj japonés en un cuarto lleno de unicornios y un personaje que parecía de un cuento de hadas y estaba acompañado de un lobo. En su debut para Vivier le presentaron nada más y nada menos que a Catherine Deneuve, quien es fiel a la casa y amiga de la embajadora internacional y diseñadora Inès de la Fressange. Poco después, Felloni preguntó a Deneuve si quería salir en un corto para la temporada de Navidad como una madre que ve a sus hijas pelear por un par de zapatos. Como soundtrack se usó el tema “Duet for Two Cats”, de la ópera Otello de Rossini, en la que la letra imita maullidos de gato. Felloni, quien hizo un cameo como pianista al fondo, lo describe como un sueño hecho realidad: “Habló conmigo en italiano todo el tiempo y nos fumamos un cigarro. A veces me pregunto por qué fui diseñador y no actor. Es de lo único de lo que me arrepiento”. •