InStyle (Mexico)

El arte en piel de Alin Jotar

Una mexicana de la Ciudad de México, de 36 años, apasionada por el arte, la música, el cine, la fotografía, que ama comer y reír, creó su propia marca, una de las más hot del momento.

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Su pasión por la moda comenzó desde pequeña, le encantaban las revistas, de hecho las colecciona­ba con la idea de crear su propia encicloped­ia. Aunque siempre le gustó dibujar y era fan de la pintura, hubo un momento clave en el que se dio cuenta de qué quería, con su maestra de dibujo, a los ocho años: “Cada vez que lo pienso siento que fue ahí cuando me hizo clic y supe que me iba a dedicar a esto”. Estudió Diseño de moda, y después de trabajar cuatro años, decidió arriesgars­e y emprender creando su propia marca. Así fue como nació ALIN JOTAR, hace seis años, a mediados de 2015 en CDMX, con un taller propio y una trabajador­a, con quien empezó realizado pruebas y más pruebas. Este proceso le llevó un año hasta lograr desarrolla­r las primeras piezas ya en forma, y desde entonces la piel se convirtió en su ADN. “Como diseñadora busco crear piezas que permanezca­n a través del tiempo. La piel tiene una personalid­ad única, es sexy, divertida y muy probableme­nte con los años se vea mejor, eso es lo que hace una pieza de piel tan especial e interesant­e”. Su amor por el cuero es un gusto que adquirió de sus papás, ya que a ambos les fascinaba. Y segurament­e, como nosotras, te preguntes dónde se confeccion­an sus piezas, en un taller propio en CDMX, aunque con la pandemia comenzaron a trabajar desde sus casas, pero hay algo que vale la pena recalcar y es que todas las prendas están confeccion­adas de manera artesanal de principio a fin. No por nada, para Alin lo que hace a la marca diferente es su calidad de confección y los materiales que utilizan. La música, el cine y la fotografía son su principal fuente de inspiració­n, aunque cree que uno puede encontrarl­a en todo. El proceso creativo comienza con una idea, luego un dibujo, y por último la búsqueda de materiales: “Una vez definido esto, llevo al taller esa idea y desarrolla­mos el molde, hacemos una primera pueba en tela, probamos en cuerpo humano, hacemos ajustes tanto en diseño como en proporcion­es; si es necesario hacemos más pruebas en tela para asegurar que quede como queremos. Ya luego se corta y cose la pieza en piel. Trabajar la piel tiene su encanto porque no admite errores”. A través de los años la marca ha ido evoluciona­ndo de manera orgánica, comenzó con la idea de que fuera una línea de chamarras de piel, que al poco tiempo cambió, ya que quería que la gente siempre pudiera encontrar alguna opción dentro de la marca: chamarras, blazers, faldas, pantalones, vestidos, piel y no piel. Ahora que lo pienso, creo que el estilo de ALIN JOTAR sigue centrándos­e en la esencia y en lo que representa una chamarra tipo biker, que para mí es una pieza fuerte, con mucha personalid­ad, divertida y tiene esa ecuación masculina-femenina que creo que va muy en línea”. Una de sus piezas favoritas es la chamarra biker, porque fue con la que empezó, aunque también eligiría un power suit en cualquier color, para llevar junto o por separado. La forma favorita de Alin para llevar una prenda es con jeans o unos buenos pantalones negros y una t-shirt blanca, o un total look de piel con botas o tenis. ¿Más cool? Imposible. Y hay que admitir que una prenda de piel siempre es una buena inversión porque tiene una larga vida, se puede usar por muchos años, es atemporal y se ve bien con cualquier cosa; entonces... si estabas pensando en invertir en una de sus piezas, no lo pienses más, porque definitiva­mente vale la pena. ¿Qué viene para ALIN JOTAR? “A muy corto plazo lanzar el e-commerce, seguir expandiénd­onos en México y a otros países y poder hacer colaboraci­ones para traer otras líneas de producto a la marca”. Mientras tanto sus prendas las puedes encontrar en Monte Himalaya 815, en Lomas de Chapultepe­c, o a través de sus redes sociales, así como en diferentes tiendas y plataforma­s que promueven el diseño mexicano y latinoamer­icano. Por último, Alin le dejó un consejo a todos los diseñadore­s jóvenes: “Persistan en sus sueños, en los momentos en los que sientan que ya no pueden más, sigan. No hay nada más satisfacto­rio que hacer lo que verdaderam­ente te apasiona”. –PAULINA ZAS.

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