Las hormonas
Entre mil conexiones sinápticas en cada célula y diez billones de sinapsis, estas sustancias alimentan el amor obsesivo, apasionado o romántico. Y aunque parece sencillo, las endorfinas funcionan en una muy delicada y compleja chain reaction.
SEROTONINA a.k.a aguafiestas de la pasión
Es la “hormona de la tranquilidad” y cuando baja, hay obsesión. Esto lo saben los médicos que tratan a pacientes con transtornos obsesivo-compulsivos y recetan sustancias que elevan las serotonina.
Cuando una relación amorosa se intensifica, los pensamientos obsesivos e irresistibles pueden ser casuados por descenso de serotonina y aumento de dopamina y norepinefrina. Esto podría explicar por qué el creciente éxtasis romántico del enamorado nos hace soñar despiertos, fantasear, meditar, reflexionar y obsesionarse por el objeto de amor. Los estimuladores de la serotonina también reducen el impulso sexual.
TESTOSTERONA: el único afrodisiaco real
Si la dopamina aumenta, también los niveles de testosterona: la hormona del deseo sexual en hombres y mujeres. De los muchos mitos sobre los afrodisiacos, este es el único comprobado para el deseo sexual.
Todo hace sentido: con la edad, la testosterona baja reduce el deseo sexual. A medida que los estrógenos van disminuyendo con la menopausia, los niveles de testosterona y otros andrógenos quedan al descubierto. Y, ¿sabías que muchas sienten un mayor deseo sexual en torno a los días de la ovulación, cuando los niveles de testosterona aumentan?
DOPAMINA: el elixir del romance
Entre las anfetaminas naturales, esta es de las más poderosas para la excitación sexual. Y mientras está asociada con el aprendizaje de los estímulos novedosos, el éxtasis también está aquí: mucha dopamina produce euforia, aumento de energía, hiperactividad, insomnio, pérdida de apetito, temblores, una aceleración de los latidos del corazón y de la respiración y, a veces, obsesión, ansiedad o miedo. La dependencia y el ansia (síntomas en el amor) son asociadas con altos niveles de dopamina.
Estimula la concentración, la motivación y una conducta orientada a un objetivo: tu enamorado. Lo más tricky: te hace perseverante. Cuando la recompensa se demora, las células producen más dopamina para dar energía al cerebro, centrando más la atención para luchar más por alcanzar el premio. “Playing hard to get”
NOREPINEFRINA: dopamine’s side kick
Produce euforia, energía excesiva, insomnio, pérdida de apetito y capacidad de recordar estímulos nuevos.
También desencadena el deseo sexual. Los adictos a las anfetaminas dicen que su impulso sexual puede mantenerse constante. Este deseo probablemente sea resultado de la misma ecuación biológica: las anfetaminas elevan mucho la dopamina y la norepinefrina, que puede estimular la producción de testosterona.
OXITOCINA Y VASOPRESINA: motores del bonding
Mientras que el amor apasionado se relaciona con dopamina, norepinefrina y serotonina, el apego viene de estas dos hormonas clave. Se sabe que durante el parto se libera mucha oxitocina, una sustancia importante para establecer el vínculo madre e hijo. La vasopresina también tiene su efecto en el instinto paternal.
Fun fact: durante el orgasmo, los niveles de vasopresina aumentan en los hombres y la oxitocina se eleva en las mujeres.