Mujeres con discapacidad en precariedad laboral y con salarios de miseria: IBERO
El coordinador de Proyectos Académicos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la IBERO Puebla, Eduardo Rafael García Vásquez, señaló que a los discapacitados les pagan 66% del salario mínimo y a las mujeres dos veces menos que eso.
En el Estado de Puebla, el salario mínimo es de 147 pesos y a las personas con discapacidad, se les paga el 66.5 por ciento de lo que tendría que ser su ingreso, “se les paga 97 pesos cuando llega a tener trabajo y a las mujeres se les paga 2 veces menos que eso”.
Por eso, el nivel de empobrecimiento de las mujeres en esa condición, es mayor y viven en pobreza y pobreza extrema, a pesar de estar empleadas, reveló el coordinador de Proyectos Académicos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie) de la Ibero Puebla, Eduardo Rafael García Vásquez.
Afirmó que, ser mujer y ser discapacitada reduce los ingresos dentro del mercado laboral, además, se suma la discriminación, entonces, “prácticamente no tienen oportunidades laborales”
De acuerdo a cifras del Inegi, el 38 por ciento de las personas con discapacidad en el Estado de Puebla, se encuentran subempleadas, “la mayoría de los empleados con discapacidad se encuentran en el subempleo”.
Por eso, además de estar en el empleo informal, tienen muchas complicaciones para acceder a un empleo y lo tienen solo el 16 por ciento de ese grupo social.
De los 6.5 millones de habitantes en el Estado de Puebla de acuerdo al censo del Inegi, 686 mil personas presentan alguna limitación, lo que equivale al 10.55 por ciento del total.
De ese número, son 422 mil personas que podrían estar ocupadas, pero, solamente el 38 por ciento tiene empleo, “que es un subempleo, por estar en la informalidad”.
En Puebla, dijo Ignacio Ellacuría, más del 60 por ciento de personas con discapacidad tienen 60 años o más, entonces son personas adultas mayores, de la tercera edad.
Ese grupo, afirmó, requiere de un cuidado especial, además tienen comorbilidades como la diabetes mellitus, que son enfermedades discapacitantes, relacionada a pobreza y problemas sanitarios.
Recordó que el trabajo es un derecho humano consagrado para todos, además, está contenido en la convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, firmado por México.