Positivo y negativo
Dada la enorme capacidad del presidente Andrés Manuel López Obrador para adelantarse a los acontecimientos políticos, me resulta imposible, su permanente disposición a ofrecerles una bienvenida a los miles de migrantes que llegan a México con el fin de avanzar y hacia los Estados Unidos.
Desde antes del conflicto con el presidente Trump, mucho antes, Andrés Manuel anunció en su mañaneras que los miles de migrantes que llegaran a México tendrían comida, salud y protección.
Esta declaración desde luego potencializó la avalancha de salvadoreños, cubanos, africanos, etc., sintiéndose de antemano protegidos por el gobierno de México. Todo bien.
Obrador convertido en otro Lázaro Cárdenas quien asiló en nuestro país a miles de españoles que huían de la guerra en su país. Todo perfecto. Sólo que las condiciones eran y son totalmente diferentes.
Sería un problema similar si los migrantes, miles, pidieran asilo en México y así Obrador les daría su apoyo; pero estos miles de salvadoreños, hondureños y cubanos, entre otros, no viene a México, sino que solo nos usan como puente para llegar a los Estados Unidos.
Aquí es donde el agudo y singular olfato de Obrador le falla. Desde antes y ahora, no ha querido entender el Presidente