Reprueba la MIA para Santa Lucía
Indican que la Manifestación de Impacto Ambiental tiene 46 errores
Medida del 0 al 10, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Aeropuerto de Santa Lucía obtiene calificación de 1, concluyeron expertos de la Academia Mexicana de Impacto Ambiental (AMIA a.c.)
Advierten que contiene al menos 52 errores u omisiones y, de ser aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sería una resolución fácilmente impugnable.
“De aprobarse, inmediatamente habrá impugnaciones directas al amparo. No tendría caso ir al recurso de revisión o de nulidad sino directo al amparo porque hay violaciones constitucionales en el procedimiento de impacto ambiental”, apuntó el biólogo Juan Ricardo Juárez.
Expertos de asociación civil analizaron la MIA del proyecto de Santa Lucía que presentó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante la dirección general de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, con el objetivo de obtener la autorización de impacto ambiental e iniciar las obras.
Indican que la MIA presenta 46 errores de diseño y reporte, los cuales son apreciables desde la metodología de evaluación y la incorrecta vinculación a instrumentos jurídicos, hasta la falta de identificación y cuantificación de los impactos ambientales.
Entre los errores señalan que la MIA no presenta estudios sobre viabilidad de abasto de agua para el diseño, operación y funcionamiento del aeropuerto, toda vez que se proyecta sobre el acuífero Cuautitlán-Pachuca, el cual reporta sobreexplotación.
Otra inconsistencia está en la demolición de instalaciones de la Sedena para construir el aeropuerto, pues no se cuantifica el volumen de residuos ni se establece la estrategia de manejo y disposición final. Tampoco se definen sitios de tiro del cascajo procedente de la demolición.
La MIA tampoco cuantifica los residuos sólidos urbanos que generará la terminal aérea en su operación; sólo se señala que serán manejados por los municipios sin que exista una estrategia para ello.
Por otra parte, se detectó que el proyecto contraviene al menos seis disposiciones de la Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI) entre las que destaca la presencia del Cerro de Paula, que limita y pone en riesgo la operación de las pistas.