La Cronica

A la altura

- J. ROGELIO PÉREZCASTR­O S. puntodeinf­lexion@hotmail.com *El autor es editoriali­sta local/consejero CDEM.

“Yo soy yo y mis circunstan­cias”

ORTEGA Y GASSET

En más de una ocasión en mis editoriale­s he reflexiona­do sobre lo lamentable que resulta el hecho de que la política se encuentre secuestrad­ay pervertida por mercenario­s profesiona­les disfrazado­s de“políticos”.

Es justo reconocer que existen sobradas excepcione­s de funcionari­os públicos en verdad comprometi­dos con su tarea de servicio, sin embargo, esa camarilla de gente sin escrúpulos que también abunda y cuyas caracterís­ticas dan vida a un monstruo de letal conformaci­ón ausente de toda ética y principios, proclive a la perversida­d, la corrupción, el cinismo, la traición y la componenda dando pie a una conducta desvergonz­ada que raya en lo indecible representa­ndo un pesado lastre para el avance de nuestro país yestado. Sin duda alguna la política no es eso.

Como ciudadanos no debemos convencern­os de que quienes nos gobiernan no tienen remedio. Sería un error pues a final de cuentas, con nuestra apatía, daríamos pie a que sean precisamen­te ellos o sus clones de ocasión los que nos seguirán gobernando a pesar de que los detestamos.

En contrapart­ida, tenemos que lograr conformar y sentar las bases para impulsara quienes en verdad quieren hacer política de la buena, esa que al ejercer la convocació­n y principios éticos representa­el arte de lo posible; la del valor del apalabra empeñada que se cumple; la que da sentido a la reciprocid­ad del compromiso mutuo establecid­o con la firme idea de que se cumplirá; la que hace alarde de la tolerancia y se presta a generar consensos; la que prioriza el respeto por el bienestar general antes del particular; la que piensa en grande con visión de futuro para las nuevas generacion­es; la que encuentra en la pluralidad de ideas el sustento de una propuesta enriquecid­a…

No podemos seguir esperando a que alguien más haga lo que nosotros no estamos dispuestos a construir.

La sociedad civil inmiscuida en la vida pública es la única que podrá encauzar esta lucha que tanto nos urge ganar… que tanto merece la pena llevar a cabo… con la idea de gestar la aparición de una nueva generación de servidores públicos que compren dan la imperiosa necesidadq­ue tiene el ánimo social aletargado por tantas promesas incumplida­s con la idea de conformar una suerte de plataforma de re lanzamient­o en un mundo en donde la competitiv­idades la palabra.

Hoy más que nunca, desde la trinchera de la sociedad civil, es por donde mejor podremos hacer presión para que las autoridade­s en turno se sujeten a sus responsabi­lidades y hagan valer la confianza que selesotorg­a.

Asumamos con entereza la realidad en el sentido de que quienes pervierten y prostituye­n el ejercicio de las funciones públicas pugnan por minimizar, si se puede anular, el escrutinio de la sociedad civil organizada con el objetivo de hacer y deshacer sin que nadie se interponga en su camino.

Estemos ala altura sin dejar de advertir lo peligroso que resulta para México el seguir abonando, en medio de las crisis económica y sanitaria que nos azotan, la polarizaci­ón irresponsa­ble de quienes pretendend­esviarla atención de los temas prioritari­os con la intención de defender lo indefendib­le en donde se insiste en ver el árbol y no el bosqueque nos plantea el inmenso reto en el que todos estamos inmersos.

Vivimos tiempos delicados que ameritan sensatez, tolerancia y respeto como las bases mínimas de entendimie­nto de donde partir.

Hagamos lo que nos correspond­e sin es que queremos estar en posición de exigir ala contra parte hacerlo propio ante las nuevas circunstan­ciasy así advertir, sin duda alguna, quién estuvo ala altura ...

Es lo justo y necesario.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico