‘Vario pinto’
Me he apropiado en este envío del título de un libro del poeta mexicalense Jorge Ortega. ¿En dónde te encuentras hoy Jorge? Tiempos que se fueron. Enorme impulso a la literatura, a las artes visuales, la frecuente publicación de libros de escritores locales, exposiciones continuas en el Centro de Las Artes, la galería de la Ciudad, la Sala Universitaria, que por cierto hoy lleva mi nombre y de lo que me siento plenamente orgulloso.
Me enteré por un comentario casual, espero que no sea verdad, que al gobierno de Jaime Bonilla, que es lo mismo que López Obrador y su 4T, le recortaron el presupuesto al CEART, o quizás a los cinco CEARTS de Estado. No es de extrañar dado el impulso de Obrador a proteger a los pobres de México (lo que me parece muy bien). De este asunto el mejor enterado debe ser Pedro Ochoa, Secretario de Cultura del Estado o, incluso Sergio Rommel, actual director del CEART de Mexicali. Por cierto, debo preguntar al propio Rommel o a Pedro Ochoa si es verdad o no este “chisme”; espero que sea solo un comentario sin fundamento.
El grupo de artistas visuales que hemos impulsado todos estos centros de cultura, ¿cómo cree usted que nos sentiríamos si esto fuera malas a nuevas? Creadores de Mexicali desde la creación de la primera Escuela de Artes Plásticas, en 1955, y posteriormente artistas plásticos de Tijuana se sumaron a este impulso, engrandeciendo el crecimiento, el desarrollo en cultura de esta frontera norte. A ello se sumó a la vez la Universidad Autónoma de Baja California y de forma trascendente la creación del CECUT en Tijuana en el gobierno de José López Portillo.
Total, en los finales gobiernos del siglo XX y parte de este 2001 Baja California se convirtió culturalmente, por sus organismos y logros de sus instituciones, en una especie de icono, de ejemplo a nivel nacional en referencia a la promoción cultural.
ELIMPARCIAL.COM/MEXICALI
En la actualidad y aun con la pandemia, el CECUT ha convocado a todos los artistas visuales del mundo a un concurso internacional, cuyo premio principal será de un millón de pesos y jugosas menciones honoríficas. Este acontecimiento se da aun con el actual problema en México del coronavirus y en el gobierno de Andrés López Obrador. Debemos saber que el CECUT ejerce con recursos prioritariamente federales, lo que habla bien de los organismos de cultura actuales de la 4T. Por lo mismo, resultaría absurdo que a los cinco CEARTS se les recortara el presupuesto. Debo reiterar mi duda al respecto.
Referirme al poeta Jorge Ortega obliga sin duda a mencionar a Gabriel Trujillo Muñoz, uno de los escritores más prolíficos y nacido en Mexicali. Novela policiaca y de ciencia ficción, poesía, historiador apasionado del desarrollo de la cultura en BC, y en particular en Mexicali (Más de 300 de sus obras he tenido el privilegio de que Gabriel me obsequiara.)
Pero existen en esta entidad varios escritores poetas de alta calidad, imposible mencionarlos a todos; se incluyen mujeres. Me acuerdo en este momento de los hermanos Divella, José Manuel, Tomás y me parece José Antonio, no estoy seguro del nombre de este último. Tomás, con absoluto esmero y profesionalismo, me hizo el favor de revisar mi única novela: “Cortando el viento”. Gabriel logró la publicación de dos importantes libros sobre mi obra plástica, a través de la editorial de la UABC. En general esta es la verdadera cultura que Morena debe impulsar con el futuro gobierno de Marina del Pilar y Norma Bustamante, dejarse de pintar viejos callejones de la chinesca y conceder prioridad a una alta calidad de los creadores locales. Por ejemplo: en este momento se expone en la Casa de la Cultura una extraordinaria obra de Marco Miranda. Un creador abstracto expresionista comparable a lo más importante del abstraccionismo mundial; así de simple.
Urge sin duda que los funcionarios en el gobierno de Morena se alejen de ocurrencias demostrando su ignorancia en el tema. Eso es todo. y creando nuevos mercados, mayor actividad emprendedora, y consecuentemente mayor movilidad social.
Consecuentemente, cualquier país que aspire a mejorar, debe implementar políticas públicas y modelos de gobierno que permitan el crecimiento económico y social de su clase media.
Sin embargo, y tratando de explicar las derrotas que tuvo su partido en algunas zonas de clase media en el país, el presidente Lopez Obrador arremetió contra esta, acusándola de “aspriacionista”, egoísta y con deseo de triunfar a todas costa, haciendo una comparación con la gente que sí votó por su partido, definiendo a esta como “gente del pueblo” que ahora percibe mas dinero del presupuesto (que pagamos lo de la clase media a través de nuestros impuestos), argumentando que estos últimos votaron a favor de su partido porque se dieron cuenta de que otro México si es posible.
El presidente termina acusando a los medios de haber manipulado a esta clase media a través de campañas de desprestigio a su gobierno, olvidándose que el triunfo arrollador que tuvo en 2018 se debió a que una parte muy significativa de esta clase media que votó por él.
En el mismo discurso, el presidente incluye expresiones que mistifican la pobreza, haciendo sentir como un acto de deshonestidad el pertenecer a la clase media, criticándola por poseer títulos universitarios o por aspirar a mejorar su situación y la de su familia.
Paradójicamente, el discurso de campaña y la ideología original del presidente era que la desigualdad social se combatía mejorando la situación de los que menos tienen, donde una sociedad mas igualitaria sería aquella en la que hubiera mas clase media y menos gente en los extremos de opulencia y miseria, por lo que es difícil de entender que ahora critique lo contrario, poniendo como requisito el dejar de tener para convertirnos en mejores personas.
La diferencia entre una ilusión y una aspiración es la educación y el trabajo, donde el deseo de logro tiene que ir acompañado de la búsqueda de la superación personal. En ese sentido, un modelo de buen gobierno apoya a sus gobernados, pero no les resuelve la vida.