Identifica la depresión
El síntoma más característico de la depresión es que el paciente se siente como hundido, con un peso agobiante sobre su existencia, sobre su vitalidad, que cada vez lo entorpece más y más para vivir en plenitud. Este trastorno afectivo es una forma de expresión de dolor que se manifiesta con síntomas psíquicos y somáticos, por lo que para el diagnóstico y tratamiento es importante valorar el entorno del paciente. Algunos de los síntomas de la depresión son: —Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. —Pérdida o ausencia de interés por actividades antes placenteras. —Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual. Por regla general, y en base a determinadas escalas o cuestionarios a los que se somete a los pacientes, estos suelen referir síntomas relativos a un ánimo depresivo, con tristeza y desesperanza, sin interés por sus actividades habituales, con menor energía o ninguna para desenvolverse en su día a día. El sentimiento de culpabilidad también puede aparecen en algunos casos reactivos a determinadas situaciones que han originado el cuadro. Desde el punto de vista orgánico, la persona con depresión se siente lenta en sus movimientos, a veces con dificultad para concentrarse, con una pérdida de apetito que puede generar trastornos de la alimentación, y con afectación en el descanso nocturno.
Y el dato crucial en la sintomatología del individuo depresivo suele ser la ideación suicida, es decir, la elaboración de un pensamiento con el que terminar con su vida, e incluso intentarlo. Hablar de esta idea no promueve el acto en sí, por lo que sus familiares o médicos no deben huir de la pregunta. Es importante reconocer factores que puedan favorecer la idea de suicidio en la persona deprimida, tales como vivir solo, tener intentos previos, etc.